El banco Bice desarmó su oficina en Rosario por la combinación de menores negocios y mayores costos impositivos.

La entidad, de capitales estatales, acaba de cerrar sus instalaciones, que tenía en el edificio Torre de la Bolsa de Comercio de Rosario desde hace 20 años, y envió a su media docena de empleados a trabajar desde sus casas manteniendo así la atención a sus clientes. Al no ser una sucursal de atención al público, el cierre no necesita la autorización del Banco Central. 

El Bice -un banco que atiende solo a empresas- había desembarcado en la ciudad hace 20 años producto de las gestiones de los sectores empresarios de la ciudad para fortalecer el financiamiento corporativo a una economía muy pujante tras la salida de la convertibilidad y el boom de los precios altos de los granos.

Fue la propia Bolsa, bajo la gestión de Federico Boglione, quien les consiguió un lugar en el, por entonces, flamante Edificio Torre, reubicando a una cerealera (Dreyfus) para que pudiera liberar una oficina. Precisamente, Dreyfus es la que toma ahora la oficina que deja vacía el banco Bice en el edificio.

Desde Rosario, y bajo la gerencia de Adrián Giacchino (hasta que dio el salto al Banco Nación durante el gobierno de Mauricio Macri) tuvo una my fuerte expansión en los créditos otorgados llegando a atender desde la ciudad varias provincias.  

Ante la consulta de Rosario3, desde Buenos Aires, fuentes del banco explicaron que el banco está en pleno proceso de reorganización interna, pero cargaron culpas en el aumento de costos impositivos provinciales y locales que enfrentan los bancos.

En rigor, ya desde el año pasado los bancos vienen quejándose del aumento de Ingresos Brutos y sobre todo de tasas municipales advirtiendo que eso los empuja a cerrar sucursales, sobre todo en pequeñas localidades. 

En Santa Fe, se le cobra 9% a Ingresos Brutos, que para los bancos es excesivo, y el gobierno provincial incluso viene de tener cruces con tecnológicas financieras (fintech) a las que también les busca incrementar la presión fiscal,

En Rosario, el DREI que se le cobra a los bancos es 0.5% desde 2014 (antes era de 0.39%) igual que la ciudad de Córdoba y un punto más bajo que en ciudad de Santa Fe, que cobra el 0.6%.

Tanto en la Provincia como en la Municipalidad le bajan el tono al peso de los impuestos y tasas regionales en la estructura de costos de los bancos. Y estiman que se trata de otro capítulo de la avanzada de Nación contra las provincias, sobre todo para desviar la atención sobre el verdadero problema: los impuestos nacionales.

Hay otro tema importante que empuja la salida del Bice de Rosario: tiene menos negocios por la combinación de altos costos de financiamiento junto con empresas que demandan menos crédito. Incluso, el banco viene perdiendo injerencia porque no tiene el apalancamiento del Estado que tenía antes para ofrecer créditos a tasas y condiciones muy convenientes. 

También se cuela en las especulaciones la política: el Bice está cerrando oficinas en las provincias de Santa Fe y  Córdoba, provincias díscolas con el gobierno nacional.

Finalmente, también sobre toda la industria bancaria aparece la necesidad de cerrar sucursales por el aumento de los costos fijos (servicios, alquileres, empleados) cuando la tecnología digitalizó muchos de los servicios y hace poco necesario asistir de manera presencial a las entidades financieras.