En la liga de los campeones del mundo, ese eslogan que usa la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para referirse al campeonato doméstico, en lo que se llevaba jugado de la tercera fecha hasta el sábado a la noche se dio una particularidad: seis de los siete partidos completados terminaron empatados sin goles, entre ellos los de Central y Newell’s, que contribuyeron a la sequía. 

Solo en uno de los encuentros –este sábado a la noche jugaban Racing y Estudiantes en el Cilindro de Avellaneda– hubo gritos de gol y fue el viernes en la apertura de la jornada, cuando Lanús se impuso 2-0 ante Sarmiento en Junín con un doblete del venadense Rodrigo Castillo

Lo que siguió fue una cadena de empates sin emociones en las redes: el mismo viernes, Independiente Rivadavia y Belgrano igualaron 0-0 en Mendoza, al igual que Unión contra Tigre en la ciudad de Santa Fe. 

La expectativa se depositó en el sábado, con cinco partidos programados, pero increíblemente el registro goleador siguió sin moverse, al menos hasta bien entrada la noche. 

Los primeros fueron los rosarinos. Newell’s empató en Mar del Plata contra Aldosivi y luego Central no pudo en el Gigante de Arroyito frente a San Martín de San Juan.

Más tarde, Platense y Argentinos igualaron sin tantos en Vicente López y la misma chapa se dio en el estadio José Amalfitani, donde Vélez repartió puntos con Instituto de Córdoba. ¿Una maldición?