A casi un mes de la fractura cervical que dejó secuelas motrices al joven nadador rosarino de 17 años, Matías Bottoni su familia denuncia deficiencias en el centro de rehabilitación Fleni y este jueves por la mañana está siendo trasladado al Centro Integral de Rehabilitación Aprepa, ubicado en la localidad de San Jerónimo Sud, a 40 kilómetros de Rosario.
En contacto con Rosario3, su papá Luciano contó que "son varios los motivos" por el cual trasladan a Matías a "un lugar mejor".
"Tenemos imágenes y videos para respaldar por qué nos fuimos. No se puede comparar lo del Fleni ni con un hospital público. Hay muchos detalles médicos que lo afectaron y afectan a Mati que son bastante graves".
"No tienen servicio de psiquiatría ni servicio de psicólogo... Por ejemplo, que lo fue a ver una semana después. Si lo necesitábamos, tenían días pactados, pero un día vino y no apareció nunca más. ¡¿Cómo no va a tener asistencia psicológica, mi hijo!?", se repreguntó su papá.
"El sabe todo, se da cuenta de todo, es muy inteligente", detalló sobre Matías mientras viajan hacia Rosario. "Esto nos sorprendió a mí y a varios médicos. El Hospital Italiano de Buenos Aires, es 10 puntos, desde los insumos, enfermeras hasta guardia de seguridad. Parecía que estábamos en otro país. Y cuando entramos en Fleni, nos trataron mal", agregó.
Desde el 22 de mayo, Matías se encontraba internado en la sede Escobar del centro de rehabilitación Fleni, un instituto de prestigio internacional, con la esperanza de iniciar un tratamiento de primer nivel para su recuperación.
Sin embargo, lo que la familia Bottoni esperaba que fuera una experiencia de "última generación" se convirtió en una serie de decepciones. "Para nosotros es una sorpresa porque nos imaginábamos algo de última generación", expresó Luciano.
Apenas llegaron, los padres de Matías, vieron varias anomalías en el lugar como por ejemplo los baños que se inundaban al bañar a su hijo o a su esposa, con agua llegando al pasillo y respuestas evasivas del personal como "a veces se inunda".
También recibieron una silla de ruedas que, según las imágenes que enviaron se puede ver que "tiene más de 60 años de antigüedad, está toda rota y con tornillos que lastiman". A esto se sumaron imágenes de comidas que consideraron escasas o inadecuadas para las necesidades de un paciente en rehabilitación.

Con el correr de los días, las quejas de la familia no encontraron respuestas concretas ni mejoras por parte del personal médico y administrativo de Fleni. La situación se agravó cuando Matías contrajo una infección intrahospitalaria, que le causó fiebre durante varios días y obligó a pausar temporalmente su rehabilitación.
La familia denuncian que el servicio no está a la altura del costo: 1,5 millones de pesos por día, financiados gracias a una colecta solidaria que conmovió a la comunidad.

Desde Fleni, destacaron que las instalaciones de la sede Escobar, cuentan con 23 mil metros cuadrados, 95 camas y 480 profesionales dedicados a pacientes neurológicos. La institución afirmó que las sillas de ruedas se revisan periódicamente, que la alimentación es planificada por expertos y que los medicamentos genéricos cumplen estándares de calidad.
Sobre las inundaciones, aseguraron que son infrecuentes y se atienden con prioridad, mientras que las reparaciones edilicias, como techos, están programadas. Fleni se mostró abierto al diálogo, ofreciendo resolver el caso con la permanencia de Matías o su derivación.
Mientras tanto, Matías está siendo trasladado a Aprepa y llegaría en las próximas horas. Está situado en Ruta Nacional N.º 9, a 25 minutos por autopista de Rosario, en un predio de cinco hectáreas con espacios verdes, áreas de recreación y cabañas para familiares.
