Ulises Fabián Gómez, de 21 años, quedó en prisión preventiva sin plazo como autor del femicidio de Analía Danila Ovando, su expareja, ocurrido en la localidad de Villa Guillermina, departamento General Obligado. La medida cautelar fue solicitada por el fiscal Norberto Ríos y dictada por el juez Gonzalo Basualdo, en una audiencia realizada este viernes en los tribunales de Las Toscas.
Ríos recordó que el femicidio fue cometido durante la madrugada del jueves pasado en el interior del local Moroco Bar, donde atendía la joven de 25 años, en el marco de una relación atravesada por reiteradas situaciones de violencia de género.
“El imputado sometía a la víctima con amenazas constantes, ingresos sin autorización a su domicilio y reiterados incumplimientos de una orden de restricción vigente, de la cual estaba debidamente notificado”, sostuvo el fiscal. Y agregó que se investiga por qué no se concretó la detención a pesar de que ya existía una orden judicial en su contra.
Durante la audiencia, Ríos detalló que Gómez atacó a la mujer con un objeto punzante, causándole múltiples heridas en el cuello que le provocaron la muerte en el lugar. “Inmediatamente después, la tapó con una colcha y la dejó tendida en el interior del local. Luego cerró la puerta con candado, se llevó la llave y una moto de la víctima, con la cual huyó de Villa Guillermina”, relató.
El imputado fue interceptado 35 kilómetros al sur, en jurisdicción de San Antonio de Obligado. Al momento de la detención y durante su traslado, intentó resistirse mediante golpes de puño, patadas y cabezazos contra el personal policial que finalmente logró reducirlo.
Gómez fue imputado por los delitos de homicidio doblemente agravado –por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio)–, robo, y atentado y resistencia a la autoridad agravado.
Gómez no contrató abogado particular y aceptó la asistencia de la defensora pública Valeria Lappisonde, quien no objetó nada de la imputación, e incluso manifestó al juez Gonzalo Basualdo que estaba de acuerdo con la prisión preventiva solicitada por el fiscal, indicó el portal Reconquista Hoy. Las dos veces que el juez le ofreció la palabra, el imputado optó por guardar silencio.
El padre de la víctima, Martín Ovando, expresó en medios locales que su hija vivía con miedo. “Decía que la iba a matar”, recordó, y afirmó que en varias oportunidades echó a Gómez de su casa. Indicó que habían recurrido a la Justicia por la situación de violencia, pero que el desenlace fatal parecía previsible. “Es un drogadicto”, lo calificó, en sintonía con el testimonio de otros vecinos que describieron una vida marcada por las adicciones y la agresividad.
