“Rosario tiene que ser autónoma en el año de su tricentenario”. Con esa frase, el intendente Pablo Javkin fijó un norte político: una vez concluida la reforma constitucional, en septiembre, su objetivo será acelerar el proceso para que la autonomía municipal que la nueva Carta Magna va a consagrar se convierta en realidad en los últimos meses de 2025.
Para eso, este jueves dará un paso importante: convocó a las facultades de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario y de la Universidad Católica Argentina (UCA) para que redacten un proyecto para la primera Carta Orgánica –una especie de miniconstitución local– de la ciudad autónoma.
La idea del intendente es enviar ese proyecto luego al Concejo, para que –si la Convención Constituyente ratifica esa facultad– el cuerpo legislativo se convierta en estatuyente y lo sancione.
Esa potestad de llamar a que los actuales concejos municipales dicten la primera Carta Orgánica de los municipios autónomos fue motorizada por el propio Javkin durante el debate de la ley de necesidad de la reforma a través del senador por el departamento Rosario, Ciro Seisas.
“Para aquellos municipios que queden facultados para el dictado de cartas orgánicas, los departamentos ejecutivos convocarán a los cuerpos legislativos locales a sancionar mediante ordenanza municipal la primera Carta Orgánica municipal, una vez producida la reforma”, dice la ley. Es exactamente lo que planea hacer el intendente, según él mismo le dijo a Rosario3.
“Lo peor sería demorarnos en esto que pedimos desde hace tanto tiempo. Tenemos que ser autónomos este año”, dijo el jefe comunal. En la Municipalidad se analiza si la primera Carta Orgánica puede tener algún tipo de límite para que le sirva a la ciudad para empezar a recorrer el camino de la autonomía y, en un tiempo prudencial, convocar a elecciones de estatuyentes para que redacten un texto más amplio y perdurable.
Convertir en Rosario en ciudad autónoma, creen en la Municipalidad, le daría fuerza a otra posibilidad que habilita la reforma constitucional y que dirigentes y especialistas, sean del color político que sean, ven como fundamental: potenciar el área metropolitana como ámbito de coordinación de políticas que ya no se pueden pensar desde la ciudad, como si no estuviera integrada con otras localidades como Villa Gobernador Gálvez, Pérez, Funes y Granadero Baigorria.
En lo que no coinciden todos es en que sea el actual Concejo Municipal sea quien dicte la primera Carta Orgánica. Será, en todo caso, tema de discusión en la Convención Constituyente. Y no solo con la oposición, pues también en el oficialista frente Unidos hay divergencias. Es que entre los sectores que rechazan la posibilidad que quiere impulsar Javkin también está el socialismo, según confirmó a Rosario3 la convencional del PS que trabaja el tema autonomía, Lionela Catallini.
Los ejes de la propuesta
Como sea, el intendente está dispuesto a avanzar y la Municipalidad elaboró un documento que presentará a las facultades de Derecho para que sirva como base para la elaboración del proyecto de carta orgánica.
Los puntos que el intendente le planteará a los especialistas como punto de partida son los siguientes:
-Eliminación de las elecciones de medio término, como las que se disputarán este domingo 29 de junio, para unificar el mandato de los concejales con el del intendente.
-La posibilidad de establecer un sistema electoral mixto, que permitiría que al menos una parte de los concejales se elija por distrito o barrio.
-Responsabilidad fiscal.
-Estabilidad impositiva. Con esto se busca disipar un temor que en algunos despierta la autonomía sobre la posibilidad de que se generen nuevos impuestos. Sí podría plantearse que la ciudad se encargue del cobro de algunos impuestos provinciales y se coparticipen en un porcentaje mayor que el actual, con un motivo claro: si Rosario se hace cargo de prestaciones que no estaban a su cargo, eso debe venir acompañado de más recursos.
-Ficha limpia
-Justicia de pequeñas causas y mediaciones obligatorias. Esto está pensado para pequeños conflictos que se podrían resolver a nivel local con mayor agilidad que en la Justicia provincial.
-Ampliación del juicio oral en los tribunales de faltas locales.
-Disposiciones sobre uso del suelo.
-Empréstitos. Esto es la posibilidad de que el municipio tome deuda por sí mismo con fines determinados, como podrían ser obras de pavimento definitivo o fideicomisos para ampliación de redes de servicios públicos como el gas.
Este temario no excluye otros que las propias facultades consideren que deben ser incluidos. Por caso, la ley de necesidad de la reforma habilita también la posibilidad de que haya balotaje para elegir el intendente o que se cree la figura del viceintendente.
Contar con autonomía municipal le va a permitir a Rosario mayores facultades para tomar decisiones por sí misma, administrar una proporción mayor de los recursos que genera, pensar sus prestaciones y servicios, e incluso definir la forma en que quiere votar, ser gobernada y representada.
Desde la reforma de la Constitución Nacional de 1994, hace ya 30 años, en Rosario se habla de autonomía municipal como un anhelo, una deuda pendiente y una oportunidad para una ciudad que tiene una situación casi única en el país: es la más grande y la que mayores recursos económicos genera, pero no es la capital de la provincia.
Ahora, ¿por qué el apuro? Javkin entiende que la posibilidad de que Rosario cuente con autonomía municipal, un reclamo tan postergado, se tiene que tomar sin dilaciones. Entre otras cosas porque hay factores de poder provinciales que la resisten y la resistieron históricamente. Es decir, que hay que empezar a transitar ese proceso apenas se pueda, aunque luego sea perfectible. En todo caso, se acomodará lo que tenga que acomodarse con el correr del tiempo, sería el razonamiento. La conclusión municipal es que no hay ánimo social para a una nueva elección para designar estatuyentes en un calendario de por sí saturado y tampoco tiempo que perder. Eso quedará, en todo caso, para una segunda Carta Orgánica, con la etapa autonómica ya lanzada. De hecho, todo indica que una vez consagrada la autonomía en la nueva Constitución será necesaria una ley complementaria para definir, por ejemplo, sus alcances para cada municipio. Ni siquiera eso cree necesario esperar el intendente, pues una cosa está clara: Rosario tendrá el nivel máximo de autonomía que permita la Carta Magna. Tanta celeridad choca con la idea que plantean otros sectores como el peronismo, Ciudad Futura e incluso el socialismo: que hay que llamar a elecciones para que sectores que hoy no están en el Concejo Municipal puedan participar del debate de la Carta Orgánica y que sea un proceso abierto, en el que se amplíe representación. Javkin entiende que la autonomía potenciará además el liderazgo de Rosario dentro del área metropolitana, a la que imagina como una herramienta clave para definir políticas comunes de uso de suelo, medio ambiente y de servicios como transporte. También para la definición de inversiones conjuntas, por ejemplo para obras de infraestructura como gasoductos o avenidas intermunicipales. En ese sentido aboga por el reconocimiento constitucional del Ente de Coordinación Metropolitan (Ecom). En ese sentido coincide, al menos en los trazos gruesos, con el socialismo –Catallini habla de una “mancomunidad” que la ciudad debe formar con las otras localidades– e incluso con Ciudad Futura: Juan Monteverde, también convencional electo, propone “inventar una gobernanza metropolitana que tenga poder real, donde los beneficiarios sean los rosarinos, pero también los habitantes de las otras localidades”. Todas cuestiones que, desde la óptica de Javkin, más fácilmente se vehiculizarán si la ciudad marcha finalmente hacia la tan mentada autonomía municipal apenas esté facultada para hacerlo.Autonomía ya
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