Rosario Central fue el mejor de la fase regular del Apertura, ganó la zona B y este sábado le tiró toda su jerarquía encima a Estudiantes de La Plata. El Canalla se impuso con autoridad por 2 a 0 con goles de Quintana y Campaz, sigue con una racha espectacular en casa y ahora espera rival en los cuartos de final. 

El equipo de Holan jugó un aceptable primer tiempo, propuso más que su rival y tuvo las chances más claras. En los momentos en los que Santi López pudo hacer pesar su desequilibrio, el equipo rosarino contó con chances para abrir el juego. 

Lo pudo haber abierto con un desborde de Giaccone en la izquierda, que metió un centro de novela para Santi López. El delantero canalla desvió el balón para salir a gritar su tanto, pero Mansilla a puro reflejo evitó el gol. 

También lo tuvo Copetti de cabeza, pero su frentazo se le fue alto por arriba del travesaño, tras un gran 

Sin embargo, no pudo abrir el partido. Pero tiene armas de sobra, tiene elementos desequilibrantes y tiene variantes que te pueden ganar un partido.  

El segundo tiempo, el dominio continuó sobre un Pincha que, de a ratos, intentó complicarlo quitándole la pelota. Pero el ingreso de Duarte por Malcorra y sobre todo el ingreso de Campaz le dieron aire al equipo de Holan. Mucho más cuando Estudiantes se quedó con uno menos, no por expulsión, sino por la lesión de Carrillo, cuando el equipo Pincha había hecho todos los cambios. 

Pero las variantes son innumerables en Central. Y lo ganó con uno de sus puntos altos, tal vez por la figura del partido. Carlos Quintana fue a buscar un tiro libre de Malcorra y metió un martillazo para romper la resistencia de Mansilla.  

 

Con el partido abierto a los 42 minutos, un jugador más que su rival y con la desesperación de Estudiantes, Central se sintió dueño del partido para liquidarlo de contra. Lo tuvo Campaz, lo tuvo Duarte y el equipo rosarino no podía matar al León. 

Sin embargo, en el minuto 51, Quintana inició la contra letal, O'Connor no pudo con Mansilla, Campaz tampoco en primera instancia por una doble atajada magistral del arquero; pero el rebote le quedó al colombiano que se sacó la mufa y liquidó la historia.  

La historia se apagó en medio del delirio y la locura de los hinchas, del festejo loco de Holan y su cuerpo técnico y el desahogo de los jugadores. Se picó en el final, pero no había vuelta atrás. Central se quedó merecidamente con el triunfo.

Un equipo a la altura de la ilusión de los hinchas, con prestancia, con juego, con variantes, que le permitieron mantener su invicto en casa y hacer del Gigante un lugar inexpugnable. Ganó todos los partidos del campeonato en Rosario, se impuso ante Estudiantes también desde el trámite y ahora camina rumbo a cuartos.