El gobierno de Estados Unidos anunció este domingo un “avance sustancial” en las negociaciones comerciales con China, tras dos días de conversaciones en Ginebra entre delegaciones de funcionarios de ambos países. El secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent y el embajador comercial, Jamieson Greer, confirmaron el acuerdo durante una conferencia de prensa, aunque no precisaron mayores detalles e indicaron que se ampliaría la información durante una sesión informativa posterior.

Bessent agradeció al gobierno suizo por facilitar el espacio para las reuniones y destacó el carácter productivo del diálogo. "Me complace informar que logramos avances sustanciales entre Estados Unidos y China en las importantes conversaciones comerciales", declaró, y destacó: "El gobierno suizo generó una gran productividad al brindarnos este maravilloso espacio".

Durante la breve comparecencia en la que no respondieron preguntas, el secretario del Tesoro indicó que este lunes por la mañana Washington informará de forma detallada sobre los avances logrados.

El secretario del Tesoro enfatizó que las conversaciones se desarrollaron con un evidente espíritu de "cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo". "Como ha dicho el secretario Bessent, éstos han sido dos días muy productivos", insistió Greer.

"Es importante entender lo rápido que hemos sido capaces de llegar a acuerdos, lo que refleja que las diferencias quizás no eran tan grandes como pensábamos", comentó el alto representante comercial de Estados Unidos.

Las conversaciones contaron con la participación del viceprimer ministro chino, dos viceministros, el embajador Greer y el propio Bessent. Este último reveló que mantuvo contacto con el presidente Donald Trump, quien respaldó el proceso. "Hablé con el presidente Trump, al igual que el embajador Jamieson, anoche, y él estuvo completamente informado", afirmó.

También dijo que nadie debe perder de vista la razón de estas negociaciones, y recordó que su objetivo es resolver el déficit comercial "masivo" de Estados Unidos, por el que el Gobierno del Trump decidió declarar una "emergencia nacional".

Estas declaraciones apuntan claramente a una desescalada de la guerra comercial en la que ambas potencias se encuentran inmersas desde principios de abril, con aranceles cruzados de 145% para los productos chinos y de 125% para los estadounidenses, que en la práctica equivalen a niveles de embargo comercial.