Robert Prevost, hoy mundialmente conocido como Papa León XIV, se ha pasado la mitad de su vida en Perú llevando a cabo tareas sacerdotales como referente de la orden de San Agustín. Desde 1985 y hasta que Francisco lo convocó al Vaticano, ha vivido en Chulucanas, Trujillo y Chiclayo, tres poblados del noroeste peruano desde los que se transformó en una figura fundamental en la administración pastoral y social de la diócesis y en la instrucción de nuevos sacerdotes del país que adoptó como propio.

Pero no fueron todas rosas para Prevost en su estancia en Sudamérica. También ha enfrentado campañas difamatorias por supuesto encubrimiento de abusos sexuales a menores dentro de los sectores más conservadores de la iglesia del país incaico, algo que los investigadores de los casos más resonantes han salido a desmentir. “A diferencia de Ratzinger y Juan Pablo II, que terminó siendo el santo patrono de los pederastas, Robert Prevost es alguien que se ha caracterizado por su lucha contra los abusos sexuales a menores”, dijo tajante Pedro Salinas, el periodista peruano que con su saga de libros ha provocado la disolución de Sodalicio a manos del Papa Francisco.

Una secta abusiva

 

Sodalicio de Vida Cristiana fue un grupo religioso fundado en 1971 en Perú, que existió hasta que Francisco firmó su disolución pocos días antes de morir. Lo hizo luego de que una investigación de casi dos años llevada a cabo por una comisión del Vaticano diera por ciertos los casos de pederastia y violación de los derechos humanos contra menores y otros miembros adultos realizados por la plana mayor de la secta, que el propio Salinas develó en cinco valientes libros que también le valieron una feroz persecución.

“Si hablamos en términos católicos, yo creo que en este caso el Espíritu Santo la ‘achuntó’, acertó igual que ocurrió con Francisco. A diferencia de los casos anteriores de Ratzinger y a Juan Pablo II, que terminó siendo el santo patrono de los pederastas, Robert Prevost es alguien que se ha caracterizado por su lucha contra los abusos sexuales a menores”, dijo desde la Plaza de San Pedro el periodista, en diálogo con Punto Medio (Radio 2).

León XIV
Prevost vivió 40 años en Perú y que luchó contra los abusos sexuales a menores.


Las denuncias de Salinas fueron fundamentales para que el mundo supiera las aberraciones que la plana mayor de la secta fundada por Luis Fernando Figari cometieron durante un largo tiempo. Y él está convencido que, de no ser por unos pocos obispos (entre ellos Prevost) y por la decisión del Papa Francisco, la iglesia no hubiera reaccionado como lo hizo. Por eso cree que las campañas de descrédito contra León XIV en algún momento van a recrudecer.

“Tanto el Sodalicio como los sectores de extrema derecha y los representantes de la fachoesfera (sic) católica se dedicaron a inventarle campañas de supuestos encubrimientos que son absolutamente falsos. Y me constan porque las he verificado y contrastado y no hubo nada: yo lo he visto en los hechos luchar, comprarse el pleito contra los abusos sexuales a menores dentro de la iglesia. Y eso le ha costado a él este tipo de campañas de enlodamiento, de encharcamiento, campañas alacranescas, difamatorias todas y que se van a reactivar, presumo, en estos días, semanas y siempre se las van a tratar de enrostrar para descalificarlo”, pronosticó.

Un Papa incómodo para la derecha

 

Salinas analizó que “esta elección de Prevost como Papa ha sido una pésima noticia para el sector más conservador de la iglesia católica. A la inversa, es un gran día para aquellos que piensan que las políticas de Bergoglio pueden continuar. Yo creo que Prevost, que era alguien de confianza de Francisco, va a seguir con esta línea de prevención y de enfrentar esta lacra o este cáncer que ha hecho metástasis en la Iglesia Católica, que es el abuso a menores”.

“Sinceramente, yo pensé que los sectores ultraconservadores iban a proponer a un candidato radical. De hecho, ya estaban proponiendo al cardenal sueco Arborelius, que es alguien que seguramente iba a frenar algunas de las reformas de Francisco. Pero con Prevost yo creo que se va a continuar con la línea bergoliana y eso ya es un avance importante para la Iglesia Católica. Se trata de un hombre bueno, inteligente, reflexivo, una buena persona. Creo que en términos católicos se le puede definir como un buen pastor. Y tengamos en cuenta que Francisco ya era una persona con edad avanzada cuando fue elegido, pero Robert Prevost aún no ha cumplido los 70 años”, añadió.

Salinas, que fue integrante de Sodalicio, compendió en cinco volúmenes todas las vejaciones físicas y psicológicas que sufrieron los jóvenes que se unían a la comunidad y que aceptaron denunciarlas. Y la publicación de sus investigaciones le valió presiones tales como allanamientos, enjuiciamientos y hasta falsos diagnósticos de enfermedad, que incluso le significaron la pérdida de relaciones con personas de su círculo íntimo tales como su padre y su esposa, pero que nunca lo hicieron retroceder.

Las víctimas del caso Sodalicio me han estado escribiendo tras la elección de Prevost como Papa, están conmovidas, emocionadas; ha sido una noticia positiva para ellos. Y Chiclayo debe ser una fiesta porque el Papa es más chiclayano que norteamericano. Yo tengo el privilegio de haberlo conocido por el caso Sodalicio y haberlo visto jugar un rol crucial en esta historia, que tuvo un final feliz. Porque el último decreto firmado por el Papa Francisco para suprimir el Sodalicio y sus ramificaciones fue el lunes santo, 6 días antes de fallecer el Papa”, contó.

Y concluyó: “Las campañas no sólo fueron en su contra: también han atacado al arzobispo de Lima, Carlos Castillo Matasoglio, que ha sido cardenal elector en este cónclave y que ha recibido batería gruesa para difamarlo, desacreditarlo, en la misma línea que se hizo contra Robert Prevost. Por eso, presumo que van a continuar porque no es un Papa que le va a gustar al sector de la extrema derecha. Van a hacerle la vida imposible: es algo que preveo porque así actúan”.