Con el objetivo de proteger la salud de las infancias y desalentar la adicción al cigarillo desde una temprana edad, el Gobierno francés dispuso que no se podrá fumar en varios espacios al aire libre. La normativa, que entró en vigencia el domingo, establece la prohibición de fumar en la playa, en parques, en paradas de colectivo y en las entradas de los colegios, entre otros lugares. Sin embargo, no incluye las terrazas de cafeterías y restaurantes, ni atañe tampoco al cigarrillo electrónico.
“El objetivo es avanzar hacia una generación sin humo y conseguir que el tabaco realmente desaparezca de manera progresiva de nuestra sociedad”, indicó la directora de la Alianza francesa Contra el Tabaco (ACT), Marion Catellin.
Por el momento, el Gobierno no sancionará a quienes incumplan esas restricciones durante un “periodo pedagógico”, tras el cual las multas pueden llegar a los 135 euros. Además, especificó que esta medida estará acompañada por aumentos anuales del impuesto sobre el tabaco, ayudas estatales para abandonar la adicción o, como valoró el Ejecutivo con esta medida, la posible prohibición en las terrazas de bares y restaurantes, que finalmente quedó fuera de la norma.
Catellin remarcó que un millón de personas mueren cada año en todo el mundo producto del consumo pasivo de tabaco, por lo que “es importante que todas las zonas comunitarias donde los niños puedan verse expuestos queden libres de humo”.

En Francia, el tabaquismo, que está en declive, causa 75.000 muertes al año, y la exposición pasiva al humo del tabaco provoca entre 3.000 y 5.000 muertes al año, según las cifras oficiales.
En ese sentido, algunas de las últimas decisiones del Gobierno contra el tabaquismo fueron imponer un criterio neutro para los empaquetados, que homogeneiza la imagen de todas las marcas, y aumentar el gravamen a estos productos. Según el Observatorio Francés de Drogas y Tendencias Adictivas (OFDT), estas medidas contribuyeron a la reducción de las ventas legales un 12 por ciento en 2024.
Sin embargo, Francia encabeza las listas de consumo y compraventa de cigarrillos ilícitos, y uno de cada cuatro franceses de entre 18 y 75 años consume tabaco de manera asidua.
En otros países de Europa, como en Italia, la ciudad de Milán prohibió fumar al aire libre desde el 1 de enero, siendo la primera en la península; y en la capital de Inglaterra, Londres, se busca prohibir fumar en espacios exteriores como áreas de juegos infantiles, así como en las proximidades de escuelas y hospitales.
Catellin subrayó que el objetivo es que en 2030 se prohíba progresivamente la venta de tabaco a los nacidos después del 2014, y que, año tras año, se aumente también el impuesto a este producto, dado que el tabaquismo y sus consecuencias sobre la salud cuestan “muy caro a todos”.