En medio de la polémica que se generó tras las recientes declaraciones de Susana Giménez en LAM (América), Graciela Alfano contraatacó y dio su visión sobre el conflicto. En declaraciones radiales, la exvedette criticó con dureza a la diva de los teléfonos por acusarla de practicar brujería y sostuvo que la conductora "violó límites y eso no se puede justificar".
"Esto me impactó muchísimo. No sólo porque la vi en ese estado, sino porque fui muchas veces a su programa. Esta fue la última. Lo que dijo me resulta, como mínimo, incoherente. No entiendo nada", lanzó Alfano durante una entrevista en el programa Sin Corbata (Splendid AM 990).
"Me insultó, me menospreció, hizo comentarios sobre mi economía, mi salud mental y hasta sobre mi persona en general. Hoy ya no se puede hablar de esos temas así como así. Todos los que estamos en los medios sabemos que hay límites, que hay que tener conocimiento para opinar de ciertas cosas. A mí, sinceramente, me dolió mucho", dijo.
Alfano eligió no referirse a su antiguo vínculo con el expresidente Carlos Menem y prefirió concentrarse sobre los dichos de Susana: "Acá hay algo más grave. Muchos no notaron la violencia detrás de lo que dijo. Esto fue un acto de violencia, porque cruzó límites. No importa el contenido, nada justifica esa forma de expresarse".
"Una persona puede pensar lo que quiera de mí, eso no lo discuto. Pero si tenés cosas feas en la cabeza y las sacás con intención de hacer daño, eso dice más de vos. Yo elijo pensar y guardar cosas buenas. Mi cabeza es como mi heladera: decido con qué la lleno", siguió.
Uno de los puntos más polémicos fue la alusión a supuestas prácticas de magia negra que, según la versión de Susana, Alfano habría hecho. Graciela lo negó rotundamente: "Eso es absurdo. Cuando estaba en el Bailando se hacían chistes con que llevaba una ristra de ajo, pero era algo cómico. Decir que hago magia negra es como lanzar una macumba mediática. Respeto todas las creencias, pero esto se dijo para herir".
"No se puede comprobar, es como cuando a alguien le cuelgan el cartel de mufa sin pruebas. Y si lo hacés sabiendo que eso va a activar prejuicios, es violencia", insistió.
"Soy una mujer grande, con experiencia, y sé cómo reponerme. Pero esto me golpeó. Fue un impacto emocional serio y no se debería tomar a la ligera porque estamos validando a alguien que le hemos aplaudido todos muchas cosas, porque le hemos validado muchas cosas que eran delitos también", sinceró al cierre de la nota.