Dos personas ligadas a la banda de Los Monos fueron condenadas en juicios abreviados por participar de una sonada saga de extorsiones a un empresario ligado al juego que incluyó aprietes y atentados a agencias de quinielas y bares entre los años 2021 y 2023. Los condenados son Daiana Micaela “La Diabla” Leguizamón (32), quien ofició de “nexo” en las comunicaciones que mantenía el cabecilla Ariel “Guille” Cantero con el exterior desde el penal federal de Marcos Paz. Por ello y otros delitos acordó tres años y medio de prisión en grado de partícipe primaria. En tanto que el recluso Brian Ezequiel Díaz (33) cerró una condena como coautor de extorsiones en grado de tentativa a cuatro años de prisión que unificó en 9 años y cuatro meses.

La Fiscalía indicó que Guille Cantero planificó extorsiones al dueño de El Califa con el fin de lograr que entregara nada menos que un millón y medio de dólares en concepto de “protección”.

Para ello, se dijo, Guille utilizó un teléfono fijo de la cárcel de Marcos Paz.

Las extorsiones comenzaron en marzo de 2021, cuando Mariana Ortigala y su pareja Sebastián Felipe –sospechados de ser testaferros del jefe narco– “apretaron” al hombre en el gimnasio La Estación de Fisherton.

Con relación a los aprietes, “hay dos secuencias diferenciadas cometidas por diferentes grupos de personas, pero siempre bajo el ala o habilitación de Cantero”, según dijeron entonces los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno –luego desplazados–. La primera en 2021 y 2022; y la segunda en 2023.

Según la imputación, el “ancla” y/o “nexo” era La Diabla Leguizamón mientras cumplía prisión domiciliaria en San Nicolás. “Era la encargada de contactarlo y/o derivarlo y/o incorporar a diversos interlocutores a la comunicación con Cantero para permitir la continuidad y el desarrollo de las actividades ilícitas, obstaculizando la identificación de los interlocutores y la investigación de la Justicia.

En la primera secuencia de embates extorsivos, la Fiscalía ubicó a la corredora inmobiliaria Ortigala, a su esposo Rodolfo Felipe y a Lorena Córdoba –viuda del jugador de poker y “zar” del juego clandestino de Rafaela, David Perona–.

En la segunda secuencia, que data de junio, entró en juego Brian Díaz, hermano de Maximiliano “Cachete” Díaz, un hombre de Los Monos que purga 29 años de prisión por el crimen de un apostador en el Casino City Center.

Brian Díaz actuó desde la cárcel de Piñero, donde le atribuyeron digitar en nombre de "la mafia" y de parte del "de lentes" (referencia a Cantero) dos incendios a locales de El Califa (en Pichincha y Echesortu) y aprietes a una bar ubicado en Pellegrini y Avellaneda, donde según los investigados se desarrollaban “apuestas clandestinas”. Por ello quedó imputado de extorsiones agravadas en grado de tentativa.

Díaz ya estaba condenado a cinco años de prisión por apretar a un bar de San Martín y Montevideo, entre otros comercios. Además, tenía en su haber una causa federal por tráfico de drogas y el remanente de otro legajo penal del fuero ordinario. Por todo ese cúmulo, cerró un total de 9 años y cuatro meses.

La Diabla fue allanada en septiembre de 2023 en San Gerónimo al 400 de San Nicolás, donde cumplía prisión domiciliaria por un expediente de drogas que la investigó como parte de la banda de la transera Olga “Tata” Medina. Allí vivía con familiares, incluido su bebé de entonces ocho meses.

En medio del procedimiento, la mujer, que estaba esposada, se abalanzó sobre la mesa en la que se habían colocado las evidencias incautadas, tomó un chip y se lo tragó.

“Sí, me lo tragué, hijos de puta, ahora no van a encontrar nada porque vinieron por eso“, dijo. Y agregó: “Yo voy a acceder al expediente, voy a averiguar sus datos y van a ver con quién se metieron, la van a pagar, si a ustedes los venden por dos pesos”, dijo ante los uniformados mientras intentaba romper los teléfonos que estaban sobre la mesa.

La Diabla, al ser detenida en San Nicolás, hoy en la cárcel de Mujeres de Rosario.

Por oficiar de nexo de Guille Cantero (es decir, de partícipe primaria de las extorsiones); por la destrucción de evidencia y las amenazas, fue condenada a tres años de prisión efectiva. El acuerdo fue suscrito desde la cárcel de mujeres de Rosario.

Esta mujer es hermana de Brenda Leguizamón, protagonista en su rol de novia de la llamada “boda narco” que en enero de 2022 culminó con la masacre de una familia que fue invitada a ese casamiento que se celebró en Ibarlucea. Otra de sus hermanas, la trapera Brenda, también posee una causa abierta por drogas en la Justicia bonaerense.

Los acuerdos abreviados fueron presentados por el fiscal Federico Rébola y tres penalistas y este jueves tuvieron el visto bueno de la jueza Silvia Castelli.