Interpol detuvo el jueves pasado en la ciudad brasileña de Florianópolis a un sicario uruguayo acusado de ser el autor de los crímenes de sus connacionales Marcelo Nicolás González Algerini y Fabián Sturm Jardón, cometidos el 12 de octubre en Pilar, y el 12 de diciembre de 2024 en el barrio porteño de Recoleta, respectivamente.
La aprehensión de Rodolfo Nicolás Caraballo Escobar (31 años) fue posible gracias a la labor coordinada entre el Ministerio Público Fiscal, las divisiones Homicidios e Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la Policía Federal Argentina (PFA) y la oficina local de Interpol, indicó el portal Fiscales.
Ambos crímenes que le atribuyen al uruguayo tuvieron como móvil una venganza, ya que, según la investigación, las dos víctimas fueron quienes intentaron asesinarlo hace unos nueve meses.
Ese hecho ocurrió la noche del 25 de septiembre de 2024, cuando Caraballo Escobar fue víctima de un ataque armado cuando llegaba a su vivienda de Las Camelias al 2300, en Derqui, en el partido bonaerense de Pilar. En aquella oportunidad, cuando el hombre ingresaba al domicilio, fue sorprendido por una camioneta Jeep Renegade oscura, de la que bajo un atacante que le vació un cargador de 17 municiones.
Si bien el hombre resultó ileso, personal de la Policía bonaerense concurrió al lugar, donde Caraballo Escobar se identificó con una cédula de identidad uruguaya que, luego, se constataría que pertenecía a una persona condenada a 2 años y 9 meses de prisión por venta de drogas, que estaba detenida en una cárcel de Montevideo desde el 31 de mayo de 2024.
Días después, en la tarde del 12 de octubre, emprendió la vendetta.
Según la acusación, ejecutó a González Algerini, frente a un kiosco ubicado en San Cayetano al 800 del barrio Monterrey de La Lonja, también en el partido bonaerense de Pilar. La víctima estaba en su Chevrolet Tracker, cuando un hombre llegó en una Jeep Renegade negra desde la que disparó en diez tiros. Algerini recibió entre seis y nueve impactos que le ocasionaron la muerte.
En la casa de la víctima, ubicada en un barrio cerrado de Pilar, se hallaron una prensa hidráulica, balanzas de precisión, recipientes y restos de cocaína. También se incautaron casi 700 mil dólares.
Dos meses después, el uruguayo cometió el segundo ajuste.
En la medianoche del 12 de diciembre de 2024, Sturm Jardón, de 42 años, fue sorprendido por un hombre que lo esperaba oculto en el interior de un Volkswagen Suran estacionado frente a un kiosco de Paraguay al 2900, en Recoleta. La víctima había bajado de un auto y estaba punto de entrar al edificio donde vivía -junto al comercio-, cuando fue atacado a tiros. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad del comercio y esos videos fueron clave para la investigación.

El hombre encapuchado, con peluca y lentes oscuros le disparó siete veces por la espalda con una pistola Glock 9 milímetros con silenciador. Tras ello, le sustrajo una riñonera y se dio a la fuga caminando hacia la calle Agüero donde abordó un Fiat Cronos, que luego abandonó a las pocas cuadras y en cuyo interior se encontró el arma homicida y otros elementos de interés.
El asesino quedó filmado huyendo del lugar ya a cara descubierta y en musculosa blanca en otro video que también fue relevante para su posterior identificación.

Los peritajes balísticos sobre esa pistola Glock con numeración limada confirmaron que esa fue el arma homicida empleada para cometer los dos crímenes: el de González Algerini en octubre de 2024 en Pilar y el de Sturm Jardón en diciembre pasado en Recoleta.
El análisis de la información recabada en las distintas investigaciones dejó entrever una al narcotráfico, por lo que los crímenes pasaron a ser investigados por la Fiscalía Federal de Campana junto a la PROCUNAR. Así, se determinó que ambos crímenes tenían elementos que los conectaban al uruguayo ahora detenido.
Por ello, el 21 de abril pasado el juez federal de Campana Adrián González Charvay dispuso la captura del hombre. Así, el 28 de abril, Interpol publicó la notificación roja y personal de dos divisiones de la PFA colaboró con sus pares de las oficinas de Brasilia y Montevideo para aprehenderlo en Brasil.
Además, se estableció que Caraballo Escobar era buscado por la justicia de Uruguay, puesto que se había fugado en agosto de 2022 de la Unidad Carcelaria N°4, donde cumplía condena por el homicidio de una mujer que trabajaba como cuidacoches y estaba vinculada al comercio de drogas, un hecho cometido en 2021 en Montevideo.
Caraballo Escobar fue detenido el jueves pasado, en Florianópolis. En su poder le incautaron dos kilos de marihuana, 40.000 dólares, 41.000 reales, un vehículo y una motocicleta.
El viernes, a pedido de los representantes del Ministerio Público Fiscal, el juez González Charvay pidió la extradición del hombre.