El uso de biomarcadores en la práctica clínica permite saber si hay pacientes con respuesta negativa, lo que evitaría efectos secundarios en la quimioterapia y acudir a un tratamiento más eficaz. Así lo determinó un nuevo estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) cuyos resultados se publicaron en Nature Genetics.
Si bien la quimioterapia busca terminar con las células tumorales por medio del uso de fármacos y suele utilizarse en forma habitual, lo cierto es que no siempre da un buen resultado. En este aspecto, desde el CNIO recordaron: “Las quimioterapias son buenas para algunos pacientes, pero no son efectivas en todos los casos, ya que entre un 20 y un 50 por ciento de los enfermos de cáncer no responden a estos fármacos”. En tal sentido, esos pacientes sufrirán los efectos secundarios causados por la quimioterapia sin obtener ningún beneficio clínico.
En colaboración con la Universidad de Cambridge y la empresa Tailor Bio, desarrollaron un método que predice en qué pacientes no serán eficaces aquellos tratamientos estándares con quimioterapia de uso frecuente, basados en los compuestos con platino, taxanos y antraciclinas.
“Hemos hallado la manera de hacer medicina de precisión con quimioterapias estándar”, aseguraron.
El estudio
Los biomarcadores permiten la estratificación de pacientes cuando se emplean múltiples quimioterapias no desarrolladas originalmente como terapias dirigidas. De este modo, desarrollaron un test genómico el cual permite que tres tipos de quimioterapia estándar se usen de forma dirigida en pacientes que pueden responder a ellas.
El test puede aplicarse a diferentes tipos de cáncer y los primeros resultados apuntan que podrían beneficiar a miles de pacientes.
Reconocer cada tumor por las alteraciones en los cromosomas
El método se basa en el hecho de que muchos tumores acumulan alteraciones o cambios en el número de cromosomas de sus células, y una consecuencia es que las células cancerosas no tienen la cantidad de material genético adecuado.
De hecho, estas alteraciones son diferentes en cada tumor, de forma que su conjunto conforma un patrón característico, una ‘firma de inestabilidad cromosómica’, y el estudio en cuestión desarrolla biomarcadores basados en esas firmas que permite detectar qué pacientes van a ser resistentes a esos tratamientos para poder elegir otros alternativos y más eficaces.
Validados con datos de más de 800 pacientes
El equipo del CNIO ya puso a prueba sus biomarcadores con un ensayo emulado -con datos ya existentes- y recurrieron para ello a gran cantidad de datos procedentes de pacientes con cáncer que ya habían sido tratados con las quimioterapias analizadas en el estudio.
Se utilizaron datos de 840 pacientes con diferentes tipos de cáncer (mama, próstata, ovario y sarcoma) para demostrar la eficacia de los biomarcadores de resistencia que proponen ante alguno de los tres tipos de quimioterapia evaluados –basadas en los compuestos platino, taxanos y antraciclinas–.
Ensayo para llevar esta tecnología a la clínica
Para llevar este conocimiento a la clínica, la tecnología desarrollada por los investigadores del CNIO debe ser validada ahora en un entorno hospitalario y el grupo ya ha recibido para ello financiación del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.
Este proyecto evaluará la integración de la tecnología en el sistema sanitario analizando muestras ya disponibles de pacientes, y demostrar que la tecnología puede estar lista para utilizarse en ensayos clínicos en 2026.
Fuente: EFE.