Si bien existe el refrán de que "el amor todo lo puede", convertirse en padres o madres puede ser una de las formas de poner en dudas esta cuestión. El llamado "baby-clash" es un choque que muchas parejas experimentan tras la llegada de un hijo. Cambian las prioridades, los horarios, la relación con el propio cuerpo sobre todo en quien gestó, el humor, por lo que la relación también se ve afectada. Aunque es más común de lo que se piensa, muchas veces se vive en silencio o con culpa.

El baby-clash muchas veces se vive en silencio y con culpa (shopify.com)

De repente, lo que antes fluía ahora se convierte en discusiones por quién duerme menos, quién cambia más pañales o quién tiene un minuto para sí. La pareja entra en una etapa de adaptación donde todo se resignifica. No es que se haya dejado de amar: es que hay que encontrar una nueva forma de estar juntos en este nuevo rol.

En pos de no naufragar en el intento, hay algunas claves que pueden ayudar a atravesar este momento sin que la relación se rompa en mil pedazos. Para ello, expertos recomiendan:

-Dividir tareas con honestidad: Repartir las responsabilidades de manera justa (aunque no sea milimétrica) evita el resentimiento.

-Hablar aunque cueste: Guardarse lo que molesta solo acumula tensión. La comunicación clara, aunque sea con ojeras, es fundamental.

-Encontrar ratitos para la pareja: No hace falta una cita glamorosa. Un desayuno juntos o una serie compartida ya suma.

Es clave encontrar momentos a solas para debatir (dailycare.com)

-Pedir ayuda y aceptar que no todo se puede: Familia, amigos o profesionales: apoyarse en otros no es debilidad, es sabiduría.

-No idealizar la etapa: No todo es mágico. Validar el cansancio y los altibajos emocionales también es cuidar el vínculo.

-Fomentar espacios personales: Tanto la terapia personal como la realización de actividades individuales contribuye a un mejor registro subjetivo, lo cual también ayudará al bienestar en pareja y en el nuevo rol como madres/padres.

Cualquier discusión o debate debe realizarse sin niños en el medio (nanny-care.com)

-Evitar discusiones frente a los hijos: Cada problemática a dialogar, incluso respecto de límites para con los niños, no debe hacerse frente a los mismos. Es mejor tomarse un tiempo a solas para debatir lo necesario en pos de una buena armonía familiar.