Un importante banco empezó a pagar “bajo protesto” el aumento de Ingresos Brutos que dispuso el gobierno de Santa Fe este año para el sector. Y en el Ministerio de Economía de la provincia manejan el dato de que más bancos empezarán en los próximos meses con reclamos administrativos contra la suba con miras a iniciar luego acciones judiciales.
Pero igual la Casa Gris se mantiene firme y se apresta a dar la batalla. Sobre todo porque, calcula, se vienen meses complicados para el Tesoro con una recaudación que en términos reales no mejora y un gobierno nacional que avanza sobre las cajas provinciales con el declarado objetivo de hacerlas chillar.
En el gobierno provincial sostienen que el aumento de impuestos estuvo bien pensado porque le quitaron la exención impositiva que tenían sobre la renta de títulos públicos nacionales pero le sacaron Ingresos Brutos a los intereses de los préstamos que le cobran a las pymes santafesinas y a los créditos hipotecarios.
Por eso insisten con que, contra el discurso de los bancos, la quita de la exención a la renta de los bonos no encarece el crédito a empresas y particulares. “El que más se quejó fue el Banco Nación porque está lleno de títulos públicos”, se dice en los despachos del Ministerio de Economía.
Es más, en el gobierno santafesino entienden que la medida tomada está en clara sintonía con el nuevo modelo económico que busca que los bancos dejen de prestarle al Estado (como estuvieron haciendo hasta la llegada de Javier Milei a muy buenas tasas) y se concentren en financiar al sector privado con mejores condiciones comerciales.
En el equipo económico descartan que el banco Bice haya cerrado su oficina en Rosario por el cambio impositivo. “Encontraron en el tema de los impuestos provinciales y tasas municipales un argumento para no tener que admitir que estaban prestando poco en la región. En un año, la provincia -con la política de subsidio de tasas- prestó más de lo que prestó el Bice en los últimos tres años”, comentan en los despachos del Ministerio.
Incluso, el gobierno le ofreció al Bice una oficina dentro de los edificios públicos, si es que el problema era de costos.
Créditos hipotecarios y subsidiados
Más allá del cruce impositivo, en lo que hace a la actividad bancaria, Economía monitorea muy de cerca la marcha del crédito hipotecario.
El Tesoro provincial giró en junio pasado $8.000M a la Municipalidad de Rosario para capitalizar al Banco Municipal y que pueda otorgar créditos hipotecarios en toda la provincia a la tasa más baja del mercado y calculando que ese aporte se multiplique llegando a ofrecer préstamos por $60.000M.
“A mayo se colocaron unos $6.000 M, cuando al momento de lanzarlo esperábamos que a esta altura del 2025 no estuvieran pidiendo más aportes”, deslizan en el equipo económico.
En el Banco Municipal de Rosario explican que el arranque no fue fácil y calculan que recién ahora lograron acomodar todas las piezas de un engranaje crediticio que, a nivel sistema, estaba totalmente parado (por ejemplo, el Registro de la Propiedad, que no tiene como característica la productividad administrativa).
Es más, contabilizan que ahora están cerrando al menos un crédito por día, por lo que en el segundo semestre se percibirá en el mercado el aceleramiento en las otorgaciones.
La Provincia también sigue negociando con el Banco Santa Fe para sumarlo a los créditos hipotecarios oficiales (bautizados Nido), en ese caso otorgando un subsidio de varios puntos en la tasa de interés, pero sigue sin convencer el piso que pone la entidad financiera.
Y es que para los bancos sigue siendo muy difícil prestar a largo plazo, como es un hipotecario, cuando sus ingresos provienen de depósitos a 30/60/90 días sin un mercado de capitales lo suficientemente robusto en el cual puedan cubrir el riesgo que significa esa brecha de plazos.
No en vano, y más allá de las estrategias publicitarias, desde los movimientos del dólar de marzo/abril el crédito hipotecario sigue tratando de retomar el impulso que tenía hacia fin de 2024. Así y todo, en la actualidad está a un 50% del mejor momento que tuvo en tiempos de Mauricio Macri.
En lo que hace a la continuidad de la política de subsidios de tasa en un contexto de menores ingresos, en la Casa Gris anuncian que seguirán sin cambios pese a la baja de la recaudación porque al empezar a bajar el interés necesitan subsidiar menos puntos y por eso también el esfuerzo fiscal cae.
Fintechs y Mercado Libre
Mientras que la situación con los bancos promete escalar, en la relación con las fintech -por el contrario- la tormenta parece haber quedado atrás.
Este año el gobierno subió la alícuota de Ingresos Brutos a los Proveedores de Servicios de Pago (PSF) del 5% al 9% desatando fuertes críticas, incluso de la propia Mercado Libre, que tiene el principal servicio (Mercado Pago).
Y, como no podía ser de otra manera, las críticas de la empresa más importante del país repercutieron por todo el país afectando la imagen política del gobierno de Maximiliano Pullaro.
No obstante en el Ministerio de Economía ahora cuentan que están avanzando en una estrategia con la cámara que reúne a las fintech de hacer factible la posibilidad que abrió el cambio impositivo de que los PSP puedan obtener una reducción a 6% si las fintech presentan planes con beneficios para el sector pyme santafesino.
Fue así que se redactaron de manera conjunta una larga lista de beneficios que pueden otorgar (desde la provisión gratuita del posnet, hasta reintegros) para que haya propuestas acorde a las diferentes políticas comerciales de cada empresa del sector, y con solo suscribir un grupo de ella podrán acceder al beneficio de la alícuota del 6.5%.
La Secretaría de Comercio se dispone a presentar en breve la novedad, y según cuentan en el equipo económico, muchos proveedores ya están prestos a sumarse. ¿Y Mercado Pago? Es una incógnita.
Menos ingresos
En el Ministerio de Economía no ocultan su preocupación por la marcha de los ingresos fiscales a la provincia, reducción que no compromete las obras ya lanzadas y pago de medio aguinaldo, pero sí deja al gobierno sin recursos para nuevas obras.
El cambio de escenario en materia de ingresos para la Provincia se debe a dos razones.Una a los menores envíos por coparticipación y la reforma tributarias que impulsa el gobierno nacional, que busca eliminar o rebajar Ingresos Brutos.
Sobre la coparticipación, la semana pasada recibieron $111 mil millones y no el proyectado de $230 mil millones del reciente vencimiento de Ganancias a las empresas, que es el vencimiento más esperado por todas las provincias por el aporte que les llega desde Nación
¿Y por qué fue menor? Por las decisiones de administración tributaria que tomó Nación en beneficio de las empresas y en perjuicio de las cajas provinciales).
¿De qué se trata? La historia es así: Hubo un fallo de la Corte Suprema de la Nación que les permitió ajustar los quebrantos fiscales de años anteriores ajustados por inflación, cosa que por la ley de impuestos a las Ganancias no se puede. Usando eso como antecedente, Arca no bloqueó a las empresas que empezaron ahora a hacer lo mismo, dejándoles cierta libertad para saltar las exigencias de la ley.
También incidió en la recaudación haber redefinido el esquema de anticipo de Ganancias, lo que terminó otorgando más dinero al sector privado (para pesar de gobernadores y municipios). En una clara señal a las empresas, los anticipos que vencían desde junio en diez cuotas desiguales se pasó al pago de nueve anticipos iguales hasta febrero.
Otro cambio que afectó a las Provincias, y fue bueno para las empresas, fue el de los saldos de libre con disponibilidad de IVA, ya que se dejó de poner límites y se habilitó a que se pueda deducir todo lo que puedan y prefieran.
También influye que la recaudación no tiene la misma fuerza por la menor actividad económica. El ministro ve recuperación heterogénea de la economía (llegando en promedio al nivel de 2022) con sectores mejores como el agroindustrial (que no tributa Ingresos Brutos) y peores como el comercio (que sí paga)
Es más, en el Ministerio calculan que la recaudación real está por debajo de la inflación, entendiendo que, al menos en el primer semestre, la comparación debe hacerse contra 2023 y no interanual contra 2024, cuando la actividad estaba en su peor momento tras la devaluación de diciembre.
Similar escenario pasa con la coparticipación federal de abril de 2025 con diciembre de 2024 se registra un aumento del 1,9%, sin embargo, el IPC fue de 12,7%. Lo mismo ocurre con Total Tributario de Santa Fe que en la misma comparación fue 4,8%, lejos del 12,7% del IPEC.
Y este gráfico que se adjunta a continuación, que circula por los escritorios del Ministerio de Economía, es muy elocuente.

Por todo eso, luego de un primer trimestre en equilibrio (superávit de 40 millones de pesos), la Provincia terminó el primer cuatrimestre con déficit de $40.000M y responsabiliza a la menor recaudación y la menor coparticipación.
Finalmente, se decidió ir al mercado de capitales internacionales porque el mercado local no tiene la profundidad para emisiones tan grandes y el financiamiento de los organismos multilaterales es por obra, lo que complica los trámites.
La salida: crédito internacional
Ante estas proyecciones de menores ingresos, y con la decisión tomada de no rebajar el ritmo de la obra pública, el equipo económico fue noticia esta semana porque anunció que prepara una emisión de bonos por mil millones de dólares en Wall Street, crédito para hacer obras de infraestructura históricas que padecen atraso de décadas.
Los fondos que el gobierno provincial busca conseguir en el mercado de Nueva York se utilizarán para financiar el hospital regional sur, nuevas etapas de gasoductos, el acueducto gran Rosario (que la Nación dejó inconcluso), la ampliación de rutas y una serie de obras eléctricas, que hoy están en proyecto.
El jueves el pedido de endeudamiento ya fue aprobado por la Cámara de Senadores de Santa Fe y ahora es el turno de los Diputados.
El proyecto de ley no establece la lista de obras concretas a financiar (a diferencia de otras autorizaciones), aunque saben que para lograr un trámite rápido deberán negociar con legisladores la inclusión de obras.
En paralelo, los funcionarios provinciales ya están en conversaciones con el gobierno nacional para que los autorice, como dispone la ley de Responsabilidad Fiscal. Como la toma de deuda significará ingresos de dólares al país, no esperan que -por razones políticas y económicas- se demore la autorización.
No obstante, no bajan la guardia, ya que puede haber inconvenientes. Por ejemplo, no dejar que Provincias salgan al mercado antes que Nación o, como le pasó a Santa Fe durante el gobierno del PRO, que el Ministerio del Interio le autorizó en 2016 el endeudamiento a la administración de Miguel Lifschitz, pero no total (también se pensaban en mil millones en aquella oportunidad) sino por tramos, lo que complica en la práctica.
El tiempo no le sobra al gobierno de Maximiliano Pullaro por varias razones. Primero porque necesita fondos arrancar con las licitaciones de las nuevas obras para el segundo semestre.
Pero también quieren salir para julio, ya que agosto y septiembre en Estados Unidos el mercado entra en temporada baja para estas colocaciones, y hacia septiembre estiman que el escenario puede ser de alta tensión por razones electorales.
Otra chance sería esperar a octubre, ya que si gana el gobierno de Javier Milei se esperan condiciones mucho más favorables para la toma de deuda, pero no quieren arriesgarse a que, por el contrario, el resultado electoral no sea tan favorable y eso provoque una complicación extra para la colocación.
La idea oficial es que los bonos sean a 5/8 años, pero dependerá del mercado, que -para este tipo de emisiones- se siente más cómodo con plazos de 10/ 20. La Provincia ya trabaja con dos bancos para organizar la colocación.
Los bonos a emitir en el mercado internacional no tienen garantía de coparticipación, pero confían en tener buena recepción por los números ordenados de la provincia, la baja deuda, el buen comportamiento con acreedores (siempre se pagó en tiempo y no se sumó a la renegociación del gobierno de Alberto Fernández) y por la condiciones institucionales de la provincia, todos atributos que cuando Olivares estuvo semanas atrás en Nueva York pudo palpar.
Cómo para ir armando el mercado para los nuevos bonos, el gobierno analiza llamar oferta de compra a tenedores de los bonos internacionales emitidos en 2016 que vencen en noviembre de 25/26 y 27 (por una cifra estimada en 250 millones de dólares) aprovechando que cotizan más bajo que su valor de lámina, con miras a lograr un ahorro. Para concretar esa recompra el riesgo país les cierra por estos niveles, pero les convendría que baje a 600 puntos básicos.
¿La plata al Fuco?
Un tema no menor es el siguiente: la deuda que se tome irá para obras, pero cuando se emitan los bonos el dinero entrará todo junto (los mil millones de dólares) mientras que las obras no estarán en marcha ¿Qué hacer, entonces, con esa suma mientra se espera el momento de realizar los pagos?
Cuando el gobernador Miguel Lifschitz tomó crédito en Wall Street decidió que esos fondos ingresen de manera momentanea al Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (Fuco), que un mecanismo financiero que permite a la provincia administrar de manera centralizada los fondos de diversas fuentes de ingresos.
El Banco de Santa Fe, que administra las cuentas estatales, paga un interés por ese fondo así que engrosar el monto le significará también un buen rédito financiero al Tesoro Provincial, pero -como pasó en la gestión de Lifschtiz- también puede despertar críticas de la oposición de que ese dinero, a fin de cuenta, queda para financiar gastos corrientes.
Eficiencia versus motosierra
Finalmente, en el equipo económico saben que la idea de tomar deuda los expone a críticas por izquierda y por derecha. Ante el seguro reproche del kirchnerismo de que el monto a tomar casi equivale a la deuda de Ansés con Nación, responden que hicieron y siguen haciendo todos los esfuerzos legales y políticos para cobrarla, sin que Nación afloje la billetera.
Del lado de La Libertad Avanza, el latiguillo es conocido: "pasen la motosierra". Ante eso en el Ministerio, que conduce el radical Pablo Olivares, salen a aclarar que su concepción no es la del ajuste por el ajuste con miras a la destrucción del Estado (cual topo, según dijo el propio Milei) sino que los guía la búsqueda de la eficiencia, entendiendo que de la mano del fuerte ahorro y la mayor productividad de la gestión se puedan financiar las tareas fundamentales del Estado (seguridad, obras, educación, salud), sobre todo cuando el gobierno nacional -con sus recortes totales- les tira a las provincias el país real sobre la cabeza.