El exjugador de Newell's Matías Tissera recuperó la libertad este martes luego de pasar 28 días preso en el conocido como “penal del infierno” en Córdoba. La medida fue ordenada por la fiscal Silvana Fernández, quien continúa la investigación en la que el actual delantero de Huracán está acusado por los delitos de amenazas y extorsión.
Tissera, nacido en la localidad bonaerense de Rojas y formado en las inferiores rojinegras, fue arrestrado el 1º de abril cuando se disponía a viajar a Brasil con el plantel del Globo para jugar un partido de la Copa Sudamericana. La policía lo demoró porque la Justicia emitió un pedido de captura y quedó preso porque consideraron que existía riesgo de fuga.
La fiscal ordenó su liberación bajo una serie de condiciones que el futbolista de Huracán deberá cumplir: una caución por el dinero que vale la casa no construida, prohibición de comunicación con víctima y familiares, y prohibición de salida del país, por lo cual no podrá jugar con el Globo por Copa Sudamericana los partidos de visitante
El futbolista permaneció casi un mes detenido en el Complejo Carcelario Nº 1 “Reverendo Francisco Luchesse” de Bouwer, en las afueras de Córdoba capital. Según fuentes del Servicio Penitenciario Cordobés, tenía un régimen por el cual podía salir al patio y entrenar por su cuenta durante dos horas por día.
Desde Huracán esperan que el futbolista llegue en horas de la tarde a Buenos Aires y el miércoles se incorpore a los entrenamientos del primer equipo, que marcha tercero en la zona A del Torneo Apertura, ya clasificado a octavos.
De qué se lo acusa
Tissera fue acusado de ser autor intelectual de una supuesta extorsión a Florencio Ferrara, dueño de una empresa constructura a quien le compró una propiedad en Córdoba. La casa aparentemente nunca fue entregada y el ex Newell's, desde Bulgaria –donde jugaba en ese momento–, habría contactado a un tercero para que recupere y reclame los 10 mil dólares que había invertido en la compra. “Matías no extorsionó a nadie. Lo único que reclamó fue su dinero por una casa que nunca fue entregada. Nos comunicamos con el dueño de la empresa, primero decían que faltaban pagos y Matías, desde Bulgaria, no tenía la posibilidad de contactarse con estas personas”, aclaró su esposa Sofía Arozamena en una nota con el canal TyC Sports. Según contó su esposa, Tissera sufrió un cuadro depresivo y pidió no recibir visitas durante su estadía en el penal de Bouwer, donde están alojados numerosos presos de alta peligrosidad. La carrera profesional del delantero comenzó en la Lepra, donde debutó en Primera en 2017. Luego, sin demasiadas posibilidades de jugar, fue cedido a Quilmes y Platense, pasó por el fútbol de Bulgaria y recaló en el Globo en el inicio de esta temporada.
