Un equipo de investigadores de la Universidad de Aberystwyth ha realizado un estudio que podría resolver el misterio que rodea a Stonehenge, el monumento megalítico ubicado en Inglaterra. Según el estudio, publicado en el Journal of Archaeological Science, las comunidades neolíticas fueron responsables de mover las enormes piedras.

La investigación se centró en la roca de Newall, descubierta en 1924 durante una excavación en Stonehenge. Los investigadores compararon la roca con las piedras de Craig Rhos-y-Felin en Gales y encontraron que ambas tienen características geológicas idénticas. El análisis químico también reveló cantidades idénticas de torio y circonio en ambas rocas.

Estos hallazgos respaldan la teoría de que los humanos transportaron las piedras a Stonehenge, descartando la hipótesis de que los glaciares las movieron. Según el profesor Richard Bevins, "no hay evidencia que respalde la interpretación de que se trata de un sistema errático glacial".

El estudio también descubrió que otra de las piedras enterradas de Stonehenge, la Piedra 32d, es en realidad una riolita foliada, al igual que la roca de Newall. Esto sugiere que las comunidades neolíticas tenían la capacidad de transportar piedras a largas distancias.

Los investigadores argumentan que si los hombres del Neolítico podían mover piedras de hasta 40 toneladas, también podían moverlas decenas o cientos de kilómetros. Aunque se desconocen las técnicas precisas que utilizaban, es probable que hayan utilizado tecnologías como cuerdas, trineos de madera y senderos.