El rapero estadounidense Sean Combs, conocido como Diddy, fue declarado este miércoles culpable de las imputaciones menos graves que enfrentaba, librándose así de una posible prisión perpetua tras un juicio de ocho semanas por el que pasaron más de treinta testigos.

En los Tribunales de Nueva York, Combs celebró el veredicto con sus abogados y, juntando sus manos, dio repetidamente las gracias a los miembros del jurado, que lo declararon culpable de transporte para ejercer la prostitución con las dos principales víctimas del proceso judicial, sus exnovias Cassie Ventura y una mujer anónima que testificó bajo el seudónimo genérico de Jane.

A las afueras del tribunal, una multitud de personas se reunían con regocijo celebrando la decisión del jurado y recibieron a varios de los hijos y a la madre de Combs entre vítores y gritos de “¡Liberen a Diddy!”.

Pues cabe la posibilidad de que el juez decrete su libertad bajo fianza en las próximas horas, algo a lo que se opuso la fiscalía.

Pese a la gravedad de los cargos que se le imputaban, estas ocho semanas se pudo ver en el tribunal a decenas de personas que opinaban que Combs era inocente y que, además, comentaban a viva voz los argumentos de la Fiscalía desde una de las salas alternativas a la principal.

Sus allegados partieron este miércoles de la corte divididos en dos furgonetas con lunas tintadas, y según constató la agencia EFE, dentro de una de ellas sus hijos celebraron el veredicto reproduciendo música a todo volumen y bailando.

Momentos después de partir, la madre de Diddy, Janice Combs, volvió a las puertas de la corte y aunque no pronunció palabra, sonrió al público y a los medios y levantó la mano haciendo la señal de paz.

Diddy ya no puede ser condenado a cadena perpetua, y la fiscal Maurene Comey aclaró que el rapero podría afrontar una sentencia de veinte años de prisión, diez por cada uno de los cargos.

Tras darse a conocer el veredicto, uno de los abogados de Combs, Marc Agnifilo, solicitó al juez que liberase al rapero, que desde su detención el año pasado permanece recluido en una prisión de Brooklyn.

"Dado que (Combs) ya no está acusado de tráfico sexual ni crimen organizado, debería ser liberado (hasta el día de la sentencia) y también debería recuperar su pasaporte. (...)", opinó Agnifilo, que arguyó que el artista ya no tiene acceso a su avión privado porque la aeronave está en Maui, una isla del archipiélago de las islas Hawái.

Así, propuso que Combs salga de prisión y regrese a su casa de Florida bajo una fianza de un millón de dólares firmada por "cualquier miembro" de su familia que se encontrase en la corte.

La Fiscalía se opuso a la sugerencia de Agnifilo, afirmando que el artista, de 55 años, todavía presenta "riesgo de fuga" y supone una "amenaza" para la sociedad.

Los doce miembros del jurado, que comenzaron a deliberar el lunes, tardaron unas trece horas en alcanzar un veredicto.

El martes por la tarde, poco antes de acabar la jornada, comunicaron al juez del caso, Arun Subramanian, que habían llegado a un veredicto en cuatro de los cinco cargos, pero que había "opiniones no persuadibles" dentro del panel del jurado sobre el cargo de crimen organizado.

Pese a ello, los jurados notificaron al juez a eso de las 10 que habían alcanzado un veredicto en el cargo en disputa, el más grave de todos: Combs, ni líder de una empresa criminal ni traficante sexual.

Sobre esta acusación principal, los jurados hallaron que Combs no lideró una empresa criminal ni traficó sexualmente a sus exnovias, tal y como argumentaba la Fiscalía.

Durante estas semanas, las fiscales acusaron al artista de dirigir una empresa en la que, desde 2004 a 2024, se dedicó a cometer una amalgama de crímenes, como secuestro o distribución de drogas.

Entre los empleados que habrían ayudado a Diddy a cometer sus crímenes, según las fiscales, estaba su exjefa de personal, Kristina Khorram.

Mientras que los testimonios de Ventura y Jane ante el tribunal, que relataron con detalles espectáculos sexuales o "freak offs" con estríperes y prostitutos que orquestaba Diddy, parece que la defensa convenció a los jurados al asegurar que estos actos eran consentidos y formaban parte de un estilo de vida "liberal" compartido por Diddy y las dos mujeres.

Ventura, considerada ampliamente como la testigo clave de la fiscalía, testificó durante cuatro días durante la primera semana del juicio, estando embarazada de ocho meses y medio.

La cantante, quien salió con Combs intermitentemente entre 2007 y 2018, alegó que, durante su relación, Combs la maltrataba físicamente, la obligaba y la chantajeaba para que participara en maratones sexuales con acompañantes masculinos, bajo el efecto de drogas, conocidos como "freak-offs", que, según ella, Combs orquestaba, dirigía, observaba, se masturbaba con ellos y, en ocasiones, filmaba.

Compartió detalles gráficos sobre los encuentros sexuales. Declaró al jurado que Combs controlaba la mayoría de los aspectos de su vida y que era frecuentemente violento con ella. Ventura afirmó que la amenazaba con publicar videos explícitos de ella y perjudicar su carrera si lo desafiaba, y alegó que la violó después de su ruptura en 2018.

Durante el contrainterrogatorio, los abogados de Combs la describieron como una participante consentida en los "freak-offs". También presentaron decenas de mensajes entre ambos, incluidos textos explícitos y otros en los que ella parecía hablar positivamente de los encuentros.

El juez federal Arun Subramanian convocó para este miércoles por la tarde a una audiencia para decidir si otorga la libertad bajo fianza al rapero.