Uno de los principales factores de riesgo de enfermedad coronaria es el colesterol alto en sangre. Esta molécula de grasa contribuye a la formación celular y producción de vitaminas y hormonas. Sin embargo, si su presencia es elevada, tiende a acumularse en las paredes de las arterias y formar depósitos conocidos como placas de ateroma. A partir de un análisis de sangre, científicos dieron cuenta que al medir apolipoproteínas B (apoB), se puede detectar precozmente esta posible acumulación de grasa en el torrente sanguíneo. Los hallazgos se publicaron en European Heart Journal.
Cabe destacar que, las placas de ateroma, son obstrucciones que, si se rompen, forman un coágulo que resulta en infarto o derrame cerebral. Es así que la medición de estas moléculas brinda información adicional en torno a la posibilidad de sufrir cardiopatías vasculares.
“En poblaciones adultas generalmente sanas, los niveles de apoB superiores a 100 mg/ dL se asocian a un aumento sustancial de eventos cardiogénicos”, resaltaron.
Una prueba más precisa
Al evaluar la posible existencia de una enfermedad cardiaca, los médicos miden la cantidad de colesterol LDL, también llamado "colesterol malo", por medio de un análisis de sangre.
Sin embargo, a raíz de que el colesterol no puede circular ni causar daños sin sus lipoproteínas transportadoras, el equipo se dedicó a evaluar la cantidad de apolipoproteínas B como un indicador más preciso de riesgo coronario.
"La apoB integra la información procedente, tanto del colesterol LDL como de los triglicéridos, al medir directamente el número de partículas aterogénicas circulantes”, explicaron.
Esto significa que, cuando se analiza esta molécula, se puede saber qué partículas de grasa pueden tapar las arterias sin necesidad de saber su cantidad. De hecho, hasta el momento no estaba claro si dos pacientes con el mismo nivel de ‘colesterol malo’ presentaban el mismo riesgo de enfermedad cardiaca. Era necesario especificar el tipo de lipoproteína transportadora, así como su tamaño y cantidad en sangre.
En este aspecto, los científicos resaltaron que la detección temprana es relevante porque entre el 20% y el 40% de los casos iniciales de enfermedad coronaria son mortales. Si bien las pruebas convencionales son eficaces, en aproximadamente uno de cada doce pacientes pueden subestimar el riesgo de posibles eventos relacionados con el corazón, según detalla el estudio.
Otro marcador de riesgo vascular
El estudio también observó que otro tipo de proteína del colesterol LDL, llamada lipoproteína (a) es un componente relevante para identificar riesgo coronario.
Según detallaron, esta molécula es capaz de dañar las paredes de las arterias y hacer que se inflamen: “La lipoproteína(a) es estructuralmente similar a las LDL, ya que transporta colesterol, pero contiene una proteína de superficie adicional, la apolipoproteína(a), que favorece la inflamación vascular y la disfunción endotelial”, afirmaron.
Asimismo, este tipo de proteína “puede alterar la fibrinólisis”, un proceso natural por el que el cuerpo disuelve los coágulos de sangre; y aumentar así el riesgo de padecer trombos en el futuro.
Fuente: SINC.