Titulares de licencias de taxis en Rosario solicitaron la condonación de deudas vinculadas a convenios de pago anteriores a la reciente ordenanza que eliminó las tasas municipales para el sector. Hasta ahora, se presentaron 13 expedientes en la comisión de Servicios Públicos del Concejo.

Los pedidos se basan en la ordenanza 10.790, aprobada el pasado 5 de junio, que exime del pago por renovación, adjudicación y transferencias de licencias de taxis y remises. Los taxistas argumentan que si hoy esos trámites son gratuitos, deben perdonarse los compromisos asumidos previamente.

La medida, impulsada por el Ejecutivo municipal, busca reducir la carga impositiva del transporte formal y equilibrar la competencia con plataformas como Uber o Didi, que operan sin habilitación oficial en la ciudad.

Evaluación en el Concejo Municipal de Rosario

 

La presidenta de la comisión de Servicios Públicos, Verónica Irizar (bloque Socialista), anticipó que se trabajará en un “proveído con criterio equitativo” para analizar la condonación de las deudas. El objetivo es avanzar con los expedientes y girarlos a la comisión de Presupuesto y Hacienda.

Irizar aclaró que la comisión seguirá abierta durante la próxima semana para atender los reclamos de los titulares de licencias y dar respuesta dentro del marco de la sesión ordinaria prevista para el jueves 3 de julio.

El trabajo en la Comisión de Servicios Públicos este lunes. (Concejo)

Qué dice la ordenanza que eliminó las tasas

 

La nueva normativa convirtió en trámites sin costo a la renovación, adjudicación y transferencia de licencias, al tiempo que eliminó la tasa de habilitación de apoderados y la Revisión Técnica en el Cita. Ahora, se aceptan la RTO o la VTV como control técnico de los vehículos.

Los montos que fueron eliminados representaban cifras significativas: más de $927.000 para renovar una licencia, casi $3.830.000 para adjudicar una nueva chapa, $1.855.000 por transferencia y $311.500 para apoderados, según los valores actualizados al 1° de mayo de 2025.

La medida fue bien recibida por taxistas y remiseros, que desde hace años denuncian una situación crítica por la pérdida de pasajeros, el aumento de costos operativos y la competencia desleal de las apps. Ahora, el debate se traslada a quienes ya habían asumido pagos bajo las normas anteriores.