Cada 6 de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma. En tal sentido, organizaciones y asociaciones de todo el mundo utilizan la fecha en pos de generar mayor conciencia, brindar más información y sostener la importancia de la actualización en investigaciones respecto de esta patología.

Por ejemplo, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, lanzó a nivel mundial el Manual de Procedimientos en Asma, un documento en donde se destaca, sobre todo, el beneficio de un diagnóstico personalizado que nace con el objetivo de hacer evolucionar el enfoque tradicional que se centra en el control general de síntomas.

En colaboración con AstraZeneca y con la participación de especialistas en alergología y neumología, este documento busca reforzar la idea de lo subjetivo y particular.

La medicina de precisión nos obliga a ir más allá del control de síntomas. Con este manual, aspiramos a que cada especialista adapte el tratamiento al perfil específico del paciente, modificando el curso natural de la enfermedad”, señalaron.

El manual

Este documento es la primera herramienta que sistematiza integralmente las pruebas y protocolos diagnósticos más avanzados en asma. Su contenido abarca desde pruebas funcionales respiratorias, como espirometría, pletismografía y oscilometría, hasta técnicas de vanguardia como la medición de la fracción exhalada de óxido nítrico (FeNO), esputo inducido, pruebas de hiperreactividad bronquial, tanto inespecífica como específica y broncoscopia.

El manual también subraya la importancia de que el asma sea diagnosticada y tratada dentro de unidades multidisciplinares. De hecho, por primera vez se genera un capítulo específico sobre broncoscopia en el asma, que refleja la necesaria colaboración entre especialidades en el abordaje de los casos más complejos.

También contiene protocolos para la valoración de la comorbilidad más importante: la rinitis, complementado por un capítulo dedicado al funcionalismo nasal.

Pros y contras del diagnóstico personalizado en asma

Las ventajas

El paciente se beneficia de un enfoque mucho más dirigido basado en el fenotipo del asma: “Esto significa que identificamos aquellos aspectos, los que denominamos rasgos tratables, que pueden estar detrás de la aparición de la enfermedad”.

Para detectar estos rasgos es necesario la realización de más pruebas de las que tradicionalmente se han ido realizando en los servicios respiratorios y gracias a ellas es posible ofrecer un tratamiento más ajustado al perfil del paciente.

Desde el punto de vista del médico también hay ventajas, ya que este enfoque permite identificar mejor esos fenotipos o rasgos tratables, lo que orienta tanto en la elección de pruebas complementarias como en la pauta del tratamiento más adecuado: “Todo esto siempre se realiza desde un enfoque multidisciplinar”.

Las barreras

Existen ciertas barreras en el diagnóstico personalizado. Esto es debido a que, en muchos casos, el trabajo multidisciplinar se encuentra con obstáculos, sobre todo en el ámbito de la gestión: “Hay impedimentos en cómo se organiza la atención, como se determina el número de pacientes que pueden ser atendidos o cómo se estructura una consulta monográfica centrada en patologías concretas como el asma o el asma grave”.

Además, muchas veces no existe una dinámica de trabajo lo suficientemente asentada como para compartir pacientes o coordinar tratamientos entre diferentes especialidades.

También, y según los países y regiones, existen limitaciones en los recursos, ya que hay que implementar un diagnóstico personalizado que no se base solo en la entrevista clínica, sino que requiere muchas más pruebas diagnósticas y por lo tanto más tecnología y una mayor inversión.

“Ahora, por ejemplo, estamos observando como la inteligencia artificial y los algoritmos diagnósticos empiezan a tener un papel importante y eso implica formación, adaptación, actualización y también costes”, señalaron.

La falta de adherencia al tratamiento

Actualmente existe un problema muy serio de infravaloración del asma por parte de la población en general, ya que el incumplimiento del tratamiento supera el 50% en muchas ocasiones.

“Los médicos nos quejamos muchas veces de que los pacientes no cumplen el tratamiento, de que nos dicen que están siguiéndolo, pero luego comprobamos que ni si quiera han retirado el inhalador de la farmacia”, subrayaron.

Según los expertos, esto tiene varias causas. Por un lado, el paciente suele minimizar la enfermedad y solo se trata cuando se encuentra realmente mal: “Es decir, se actúa cuando hay sibilancias o una crisis fuerte, que en realidad es la fase final del asma. Sería como si una persona con diabetes solo se tratara cuando entra en coma diabético”.

Por otro lado, creen que no ayudan del todo desde el ámbito sanitario, ya que en ocasiones no se explica con suficiente claridad que el asma es una enfermedad crónica e inflamatoria y que como tal necesita tratamiento continuo, no solo cuando hay síntomas: “Hay gente que todavía utiliza términos como bronquios débiles, catarros mal curados o bronquitis para referirse al asma y eso contribuye a la confusión del que paciente no entienda bien lo que tiene. Hay que llamar a las cosas por su nombre: es asma y hay que tratarla como tal”.

Apoyo a los pacientes y trabajo en equipo

“Estamos investigando constantemente para ofrecerles mejores soluciones. Hoy en día, incluso los casos de asma grave tienen tratamientos más allá de los clásicos corticoides orales y para los menos graves también contamos con herramientas diagnósticas y opciones terapéuticas muy eficaces”, señalaron.

Además, explicaron a los profesionales que es importante trabajar con los pacientes y asociaciones de pacientes y entender el diagnóstico del tratamiento del asma desde un punto de vista multidisciplinar con unidades de asma: “Solo de esta forma lograremos dar visibilidad a esta enfermedad crónica, conseguir más recursos, generar mayor conciencia social y mejorar la adherencia y el bienestar de las personas que viven con asma”.

Fuente: EFE.