La higiene de manos es una de las medidas más eficaces y económicas para prevenir infecciones principalmente en centros de salud y así reducir la resistencia a los antimicrobianos. Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) enfatizan que, si bien los guantes médicos cumplen una función vital en la prevención de la transmisión de infecciones, por ejemplo, cuando existe riesgo de exposición a sangre o fluidos corporales, no sustituyen el lavado de manos en los momentos indicados.

Días atrás se conmemoró el Día Mundial de la Higiene de Manos que, bajo el lema "Guantes, a veces. Higiene de las manos, siempre", busca concientizar sobre el impacto ambiental del uso innecesario de guantes y los residuos que los mismos generan.

“Por ejemplo, los guantes de nitrilo, los más usados durante la pandemia, tardan más de 400 años en degradarse. Esto muestra la necesidad de alternativas sostenibles y de un uso responsable de los guantes”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS.

El informe mundial de prevención y control de infecciones

El informe del año 2024 indicó que, 17 de los 20 países (85%) de las Américas que participaron en una encuesta mundial 2023-2024 cuentan con un programa nacional activo de prevención y control de infecciones. En relación con el cumplimiento de la higiene de manos, 15 países (75%) la han identificado como un indicador nacional clave, una mejora respecto al 62,5% registrado en el periodo 2021-2022. Sin embargo, persisten desafíos en el acceso a agua, saneamiento e higiene (WASH, por sus siglas en inglés) en los establecimientos de salud de la región.

“De cara al futuro, debemos dar prioridad a la higiene de las manos en las estrategias nacionales de prevención y control de infecciones. Para 2026, esperamos que el monitoreo de la higiene de manos sea un indicador nacional clave”, sostuvo el doctor Barbosa. Y añadió: “Este objetivo es ambicioso, pero alcanzable, con el esfuerzo colectivo del personal de salud, los responsables políticos y las comunidades”.

Las estadísticas globales reflejan la magnitud del desafío: en promedio, siete de cada 100 pacientes en países de ingresos altos y 15 en países de ingresos bajos y medianos adquirirán al menos una infección asociada a la atención de salud durante su estancia en hospitales con cuidados intensivos.

A nivel global, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la OMS estiman que, para 2050, estas infecciones podrían causar casi 3,5 millones de muertes anuales, 4,4 veces más que las muertes por VIH/SIDA y enfermedades de transmisión sexual combinadas en 2021.

En tal sentido, se trabaja con los países de la región para fortalecer las capacidades en prevención y control de infecciones. Esto incluye la promoción de estándares mínimos de infraestructura y la implementación de políticas y programas que garanticen condiciones seguras para pacientes, trabajadores de la salud, familiares y visitantes. Realizar la higiene de manos en el momento oportuno, con la técnica adecuada y en todos los niveles de atención es una acción que salva vidas, protege al personal de salud y contribuye a reducir la contaminación ambiental.

Fuente: OPS/PAHO.