El nuevo régimen para la construcción de torres en Rosario ya tiene fecha para su primera parada institucional: este jueves ingresará formalmente al Concejo Municipal, marcando el inicio de un debate clave para el desarrollo urbano de la ciudad. La normativa, anticipada por Ecos365 y ahora profundizada por el propio intendente Pablo Javkin, busca reemplazar el actual esquema de excepciones puntuales por un marco general que habilite nuevas alturas y densidades en terrenos hoy limitados por la zonificación histórica.
El cambio normativo como será enviado al Concejo permitiría que unos 448 lotes de más de 1.000 metros cuadrados puedan ser pensadas para torres entre los principales corredores y frentes urbanos de la ciudad, de los cuales unos 295 están dentro del área central y el área de tejido 1.
Durante un encuentro con desarrolladores e inversores de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), Javkin presentó los lineamientos de la iniciativa y detalló los proyectos privados más emblemáticos que ya están en marcha: la transformación de la vieja planta de Molinos por parte de Molinos Cañuelas y la demolición de silos de Puerto Norte dentro de dos semanas que permitirá a Sancor y Obring construir una torre de 200 metros, además del aprobado proyecto de otro edificio de 120 metros y el desembarco de Pininfarina en Rosario.
Los constructores y desarrolladores de la AEV y de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) respaldaron la iniciativa que presentó el intendente. Y se comprometieron a participar más activamente del debate sobre el desarrollo de la ciudad.
¿Se podría venir el de Lattuca en Córdoba y Corrientes? Al parecer de avanzar en un futuro sería con un proyecto renovado apuntado a viviendas y no oficinas como el aprobado, debido al cambio de usos en la zona, interpretan. Sí tiene previsto la empresa entregar para marzo del año próximo el desarrollo de Pichincha.
Más proyectos y una vez más la EPE en boca de todos
Entre los empresarios también se hablaron de otros proyectos que están en gateras pero el clima actual los hace mirar los números muy finitos. También fue comentada la asamblea por el fideicomiso Los Pasos, que se realizó previo a este encuentro entre el intendente y desarrolladores. Y no faltaron una vez más entre los preseentes los planteos sobre todo por la EPE, aunque destacaron como un avance los cambios en la conducción de empresa.
Para varios empresarios avanzar con el establecimiento de una nueva estación transformadora en Puerto Norte aceleraría varios proyectos y otros que no se lanzaron.
Un cambio de lógica para ordenar el “boom” de torres
“Nosotros venimos a cambiar una lógica que tiene que ver mucho con la cuestión ambiental y urbana”, explicó Javkin ante los empresarios. El intendente cuestionó el modelo de murallones de altura homogénea y defendió un diseño de ciudad que combine edificios en torre, corredores activos y plantas bajas dinámicas, con comercio y gastronomía, para mejorar la seguridad pública y la calidad del espacio vereda.
En términos técnicos, el nuevo régimen general de alturas abarcará lotes de 1.000 a 5.000 metros cuadrados, permitiendo a terrenos hoy inhabilitados por restricciones urbanísticas transformarse en sitios aptos para desarrollo vertical. Esto reemplazará el actual sistema de aprobación proyecto por proyecto, que según Javkin generaba críticas por discrecionalidad: “Al no ser general el régimen, uno tiene que mandar mensaje por mensaje. Y eso nos ha costado acusaciones de autoritarismo o favoritismos. Esta norma lo resuelve”.
Digitalización, recentralización y sostenibilidad
Otro eje clave es la digitalización total de trámites: certificados de participación urbanística, deslindes y aprobaciones estarán en línea, eliminando la necesidad de recorrer oficinas distritales y reduciendo tiempos. “El vector de la recentralización fue la digitalización. La energía la pusimos en cambios normativos que nos permitieran digitalizar todo”, enfatizó el intendente.
El plan se complementará en el segundo semestre con nuevas ordenanzas: una para playas de estacionamiento y otra que permitirá a propietarios de edificios patrimoniales canjear derechos de altura —es decir, construir más metros en otra ubicación— a cambio de conservar inmuebles históricos. Javkin adelantó: “Estamos pensando en la posibilidad de certificar la altura que le correspondería a un edificio patrimonial y aplicar ese derecho en corredores como San Martín, Avellaneda o Francia”.
Proyectos en carpeta: de Bordabehere a Parque Sur
Los cambios normativos buscan potenciar proyectos que ya están en marcha. Molinos Cañuelas propuso abrir la calle Bordabehere atravesando la vieja planta industrial, lo que permitirá conectar mejor la zona con la costanera norte y liberar suelo para usos mixtos con un proyecto de desarrollo inmobiliario renovado. Las preguntas que surgieron entre los desarrolladores es quién podría estar impulsado esta iniciativa en un contexto que la empresa está complicada financieramente.
Sancor y Obring tienen luz verde para demoler silos y, según el intendente, comenzaría dentro de un plazo de 15 días, para comenzar la torre de 200 metros que se convertirá en la más alta de Rosario.
Al mismo tiempo, la Municipalidad avanza con obras clave: la avenida Newery, transformada en corredor de jerarquía; la reconversión de avenida Ayacucho y San Martín Sur, hoy el corredor comercial de mayor facturación, según datos municipales. El intendente planteó a los constructores que miren con más atención a estas zonas con potencial de crecimento. También se refirió al potencial de densificación de zonas como Nuevo Alberdi y en torno al Parque Sur, un pulmón verde de 34 hectáreas que se integrará con nuevos barrios residenciales.
Competencia metropolitana y horizonte 2026
En su presentación, Javkin enfatizó que Rosario no puede perder competitividad frente a localidades cercanas como Funes, donde el desarrollo inmobiliario avanza más rápido gracias a menores trabas. “Quiero ver en 5 años la Ciudad de Rosario y la Ciudad de Funes en términos de servicios, circulación y movilidad. Vamos a estar a la altura”, afirmó.
Para el sector privado, la señal es clara: se abre una ventana de oportunidades para invertir, rediseñar proyectos y acelerar obras, bajo reglas más claras y predecibles. El Concejo deberá ahora debatir, ajustar y sancionar el régimen, que el intendente espera quede aprobado en agosto.
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