El encendido cruce mediante redes sociales entre Donald Trump y Elon Musk escaló vertiginosamente a partir de que el magnate afirmó que el presidente de los Estados Unidos figura en los documentos reservados del caso Jeffrey Epstein, el multimillonario acusado de liderar una red de tráfico de menores y condenado por múltiples delitos sexuales.
A partir del polémico enfrentamiento entre el mandatario republicano y el hombre más rico del mundo, las redes sociales se agitaron con comentarios de miles de usuarios que se refirieron al caso y a los archivos que fueron desclasificados en febrero de este año por el Departamento de Justicia de EE.UU.
Más allá de que no hay información oficial que respalde la acusación de Musk, el vínculo entre Epstein y Trump no es una novedad, ya que hace varios años se dieron a conocer fotos y videos de la década de 1990 en los que se los puede ver a ambos compartiendo fiestas privadas.

En 2020, en diálogo con la revista New York, el magnate incluso expresó: “Conozco a Jeff desde hace 15 años. Es un tipo estupendo. Es muy divertido estar con él. Incluso se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes”.
Quién era Jeffrey Epstein
Jeffrey Epstein nació el 20 de enero de 1953, en Brooklyn, Nueva York. Según recopiló la BBC, enseñó matemáticas y física en la escuela privada Dalton, a mediados de la década de 1970, materias que estudió en la universidad, pero de las que nunca se graduó. Por recomendación del padre de uno de sus estudiantes, se contactó con un socio principal del banco de inversiones de Wall Street, Bear Stearns, en donde trabajó durante cuatro años. Para 1982 creó J Epstein and Co, su propia firma. De esta manera logró convertirse en un magnate financiero con influencia y vínculos con artistas, políticos, periodistas, grandes empresarios y hasta miembros de la realeza, con quienes organizaba encuentros en su famosa isla en las Islas Vírgenes. En 2005, los padres de una joven de 14 años denunciaron a la policía de Florida que Epstein había abusado de su hija en su casa de Palm Beach. Durante un registro policial en la propiedad, se encontraron fotos de menores. Sin embargo, el gestor de fondos llegó a un acuerdo con los fiscales federales de Florida para deshacerse de este y otros cargos similares de tráfico sexual. Así logró evitar penas federales y, en su lugar, recibió una condena de 18 meses de prisión, durante la que trabajó en su oficina 12 horas al día, seis días a la semana. Obtuvo libertad condicional después de 13 meses. Finalmente, en julio de 2019 Epstein fue acusado de reclutar y abusar sexualmente de decenas de niñas menores de edad entre 1994 y 2004. Al regresar de París en su avión privado, fue arrestado en Nueva York. Se le negó la libertad bajo fianza y fue recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York. Ese mismo año, el 10 de agosto, el multimillonario de 66 años murió en su celda mientras esperaba el juicio. Las circunstancias de su muerte despertaron teorías conspirativas dado que, aunque se declaró como suicidio, las cámaras de seguridad del lugar no funcionaban correctamente al momento en el que murió, por lo que hay quienes afirman que fue silenciado con el objetivo de proteger otros nombres vinculados al caso. Tres semanas antes, el empresario había sido hallado inconsciente en su celda con lesiones en el cuello tras un fallido intento por quitarse la vida. El Departamento de Justicia norteamericano, liderado por la fiscal general Pam Bondi, publicó en febrero de este año el primer volumen de archivos del caso Epstein. En las casi 200 páginas de documentos únicamente se menciona a Trump en los registros del avión privado del magnate financiero. Sin embargo, los vuelos no fueron a la isla de Little Saint James en donde se perpetraron abusos contra cientos de mujeres, sino dos trayectos internos: uno desde Palm Beach al aeropuerto Reagan en Washington y otro desde allí hasta Teterboro, en Nueva Jersey, en mayo de 1994. La extensa lista de contactos del multimillonario despertó un fuerte interés en el público, ya que incluye los nombres de algunas de las figuras más poderosas del mundo que, se supone, podrían haber estado involucradas en la red de tráfico. Entre los documentos se registraron repetidos vuelos del expresidente Bill Clinton, aunque él declaró que se trataba de “viajes filantrópicos”. El exsecretario de Estado John Kerry también fue nombrado en los registros, al igual que estrellas mundialmente conocidas como Mick Jagger, Michael Jackson y Alec Baldwin. Además, se menciona al exgobernador neoyorquino Andrew Cuomo, la supermodelo Naomi Campbell, la cantante Courtney Love, Bob Weinstein (hermano del exproductor acusado de abusos Harvey Weinstein), distintos miembros de la familia Kennedy y el actor Ralph Fiennes. No obstante, según aclaró en ese entonces el New York Post, no se trata de una "lista de clientes", sino una recopilación de contactos de Epstein. Una de las figuras más controversiales relacionadas con Jeffrey Epstein fue la del príncipe Andrés del Reino Unido. Su vínculo con el empresario fue bien documentado, e incluso se lo relacionó directamente con una víctima que declaró que el miembro de la realeza tocó sus pechos en la casa del magnate, lo que lo forzó a alejarse de los deberes reales. Entre los documentos también figuraban copias de los registros de vuelo del jet privado de Epstein, que ya habían sido presentados en diversos procesos judiciales, así como una agenda fotocopiada y fuertemente censurada, la cual había sido confeccionada junto a su novia y estrecha colaboradora, Ghislaine Maxwell. La hija del magnate editorial Robert Maxwell quedó detenida en 2022 y fue condenada a 20 años de prisión por haber sido la reclutadora de menores de Epstein. En una declaración de 2016, Joseph Recarey, un detective de la policía de Palm Beach, dijo que Maxwell había reclutado chicas que, en su mayoría, eran menores de 18 años para realizar “masajes y trabajos” en la casa del multimillonario. En medio de la controversia, la estrella del caso Epstein fue su isla en el Caribe, Little St. James, que sirvió como una fuente de evidencia fundamental sobre su red de tráfico. El lugar fue descrito como un centro de actividades ilegales y perturbadoras, donde distintas figuras públicas solían hospedarse. Los registros de vuelos alimentaron la especulación sobre quién visitaba la isla y con qué propósito. A pesar de la evidencia de las visitas, la Justicia insiste en que el registro de vuelos no indica necesariamente la participación de estas figuras en sus actividades, por lo que no pueden ser condenadas.
Los archivos desclasificados del caso Epstein
La isla de Epstein