Amanda tiene 8 años. A los 2, comenzó a sufrir serios problemas de salud: sus riñones dejaron de funcionar y necesitó un trasplante. Hoy la nena está viva, feliz, controlada, pero viva y con su familia: "La salvó la salud pública; el Vilela primero y el Garrahan después", expresó su mamá.
"En el 2018 le agarró un SHU (Síndrome Hemolítico Urémico) inducido por neumococo y estuvo 40 días en terapia intensiva. Como secuela, su riñón no le funcionó más", contó Lula, su mamá, en diálogo con Telenoche.
"En el Vilela actuaron con una rapidez notable, si yo la hubiera llevado a cualquier otro lado Amanda no se salvaba. Ahí, a la hora de haber llegado, ya estaba en terapia intensiva", sumó.
Pero llegó el tiempo de irse de la ciudad: "Empezamos el caminito de diálisis, hemodiálisis, todos los papeles, hasta que pudo calificar para el trasplante en el Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) y después nos derivaron al Garrahan".
Lo traumático del momento, no solo se debió a lo que le ocurría a Amanda, sino que el contexto general lo hacía todo más difícil. El trasplante se dio durante la pandemia y solo uno de los papas podría ingresar a verla e, incluso, a escuchar los partes de los médicos.
"Los tres nos fuimos para Buenos Aires, pero mi marido la pudo ver cuando salió de quirófano y después no la pudo ver más hasta después de un mes de la internación en el Garrahan", dijo Lula.
Y sumó: "Él se tuvo que ir, no le permitían quedarse por la pandemia. Y yo me quedé sola en terapia intensiva. En ese momento uno no toma dimensión. Yo tenía un bolso a cuestas, no tenía donde bañarme ni donde dormir. Entonces, los mismos médicos hicieron una gestión para alojarme en la casa Ronald McDonald, pueda quedarme a dormir por una semana.
La Casa Ronald Argentina es una organización independiente sin fines de lucro que hace más de 30 años se dedica al acompañamiento de niños con enfermedades que requieren un tratamiento de alta complejidad y a la contención de sus familias en ese momento tan delicado.
Trabaja los 365 días del año, las 24 horas del día, con compromiso, pasión y transparencia, con el objetivo de mejorar la salud y la calidad de vida de miles de niños y sus familias. Acompaña cada día a 753 familias.
Lula se sintió muy acompañada por los profesionales del Garrahan, que en este momento están en el ojo de la tormenta por los recortes del Gobierno nacional: "Mi contención fueron los enfermeros, los médicos, las mucamas, porque te haces amiga; son superimportantes. Así estuvimos de noviembre hasta abril del otro año, que ya pudimos volvernos con Amanda trasplantada".
"Yo no tengo más que palabras de agradecimiento para con el Garrahan. Que esté pasando lo que está pasando no lo puedo creer; que se cuestione a un hospital tan grande, no lo puedo creer".
Y cerró: "Nos cambió la vida, la salud pública nos salvó".

Día Mundial de los Pacientes Transplantados
Cada 6 de junio se conmemora el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
El objetivo principal es claro: fomentar una cultura de donación de órganos y generar conciencia sobre su impacto vital para miles de personas en espera de una nueva oportunidad.
Muchos de estos pacientes conviven con enfermedades crónicas o terminales, y el trasplante representa su última alternativa de vida. En este contexto, la donación voluntaria y solidaria se convierte en un acto de profundo compromiso social.