El boxeo femenino argentino perdió este lunes a una de sus figuras más queridas y explosivas. Alejandra “La Locomotora” Oliveras, multicampeona mundial y emblema del coraje, murió a los 47 años en Santa Fe, donde permanecía internada desde hacía dos semanas tras sufrir un ACV.

Además de sus títulos y sus peleas memorables, Oliveras dejó una huella imborrable con sus declaraciones. Directa, valiente y sin filtro, fue mucho más que una boxeadora: fue una mujer que convirtió su historia de lucha en bandera de inspiración.

“Yo peleé por mi vida antes que por un cinturón”

 

La vida de Alejandra no empezó en un ring, sino en la calle. “Dormí en la terminal de ómnibus de Tucumán. Mi pelea empezó mucho antes del boxeo”, contó alguna vez. Su infancia en la pobreza marcó su carácter.

“Soy una guerrera desde la cuna. El boxeo me salvó, pero yo ya sabía cómo pelear desde antes”, dijo en una entrevista donde repasó su vida antes de ser campeona.

La Locomotora y su estilo sin filtro

 

Dueña de un discurso frontal, no esquivaba temas incómodos ni en el micrófono ni en el cuadrilátero. “A mí nadie me regaló nada. Todo lo que tengo lo gané a piñas y esfuerzo”, repetía con orgullo.

Puedo perder una pelea, pero no voy a perder mi dignidad”, soltó tras una decisión polémica en el exterior. Su autenticidad le ganó admiradores dentro y fuera del deporte.

Pero como deportista de élite, acaso su momento más recordado más allá de lo estrictamente boxístico fue su explicación, micrófono en mano y desde el ring, luego de ganar un combate: "Tuve un problemita. Las zapatillas me molestaban y me olvidé de ir al baño y me cagaba encima, eso fue lo que me pasó, es la verdad", expresó una joven Alejandra.

Años más tarde, se refirió a aquel inolvidable momento: "Fue horrible, era mi primera defensa del título del mundo, no podés pedir para el ir al baño, perdés el título. Yo tiraba cuatro piñas y me cagaba, así que tiraba dos. Me dieron el fallo, gané la pelea, pedí disculpas y me fui al baño. Había comido ensalada de frutas".

Su legado como mujer en el deporte

 

Oliveras fue una de las primeras en poner en agenda la desigualdad de género en el boxeo. “Si fuera hombre ya estaría millonaria, pero soy mujer y encima digo lo que pienso”, lanzó en una rueda de prensa que se volvió viral.

“No quiero que me tengan lástima. Quiero que me respeten”, afirmaba cuando le preguntaban por su estilo de vida y sus convicciones. Fue una referente para muchas jóvenes boxeadoras.

Una voz que no se callaba

 

Más allá del boxeo, Oliveras participó en política, causas sociales y campañas solidarias. “Me hice fuerte para ayudar a otros, no para ser famosa”, dijo en uno de sus últimos posteos en redes.

Su cuenta de TikTok —donde mezclaba entrenamiento, humor y mensajes motivacionales— reflejaba ese espíritu. “Nunca dejes que te digan que no podés. Pegá fuerte, aunque sea en la vida”.

En esa faceta dejó decenas de videos motivacionales o reflexiones que por sí mismos eran piezas para su colección de frases explosivas. Como el mensaje que grabó luego del debut con derrota de la selección argentina de fútbol en el último Mundial -que luego ganó-, donde le pedía a los jugadores poner "los huevos al sol".

"Muchachos, pongan los huevos al sol. Sí, los huevos, los testículos, porque al estar en contacto con el sol, se produce la vitamina D, que incrementa la testosterona. ¿Qué es la tetosterona? Ganas, garra, fuerza, ganar de jugar, ganas de vivir, ganas de ponerla. Ganas de todo. Sin miedo a nada", expresó.

Nunca nadie de la selección contó si le hicieron caso, pero Argentina luego derrotó a México y no paró hasta levantar su tercera Copa del Mundo.