Tres hermanas fueron condenadas a la pena de 3 años de prisión condicional por haber defraudado al banco Macro por la suma de 45 millones de pesos. Según la investigación, Valentina, Lionela y María Sofía Villa –junto a una cuarta hermana y un hombre, quienes ya purgan una sentencia en su contra– sacaron 36 préstamos a nombres de personas que habían fallecido recientemente.

La audiencia se celebró el pasado lunes por la tarde en el Centro de Justicia Penal, donde el juez Gonzalo López Quintana homologó el juicio abreviado que había sido acordado entre el fiscal Ramiro González Raggio y la defensa de las acusadas. En la resolución quedó asentado que las hermanas ya depositaron 13 millones de pesos en concepto de reparación económica al Macro, y que, de ahora en adelante, deberán afrontar 24 pagos mensuales de 3 millones de pesos

La asociación ilícita expuesta en el legajo funcionó con la actividad de María Belén Villa, Valentina Clarisa Villa, María Sofía Villa y Lionela María Jesús Villa y Manuel Fabián Sosa. Dicha causa cobró impulso en noviembre del año pasado, cuando fueron aprehendidos todos los involucrados en allanamientos de la Policía de Investigaciones. 

La causa se elevó al Ministerio Público de la Acusación el 15 de octubre del año pasado, cuando el apoderado del Macro de Rosario dio cuenta de un reclamo presentado por familiares de una mujer fallecida el 4 de septiembre de 2024 que habían recibido un correo electrónico de la entidad bancaria donde se notificaba un crédito otorgado dos días después del deceso

Ese préstamo de la mujer que había muerto en septiembre fue rápidamente transferido a la cuenta bancaria de Lionela María Jesús Villa, según se pudo determinar. 

En el legajo se pudo establecer que los investigados usurparon la identidad de un número significativo de personas que estaban en la base de datos del banco Macro, puesto que habían sido clientes, pero que al momento de la adhesión al homebanking y consecuente solicitud de créditos ya estaban fallecidas

En las tareas investigativas llevadas adelante se detectó que varios de los clientes del banco Macro, sobre quienes se habían creado usuarios de homebanking y se habían pedido préstamos, aparecían en avisos fúnebres de la misma fecha en la que se habían creado, o un día antes. Un caso testigo fue el de una mujer de Salta que murió el 30 de agosto, el obituario se publicó el 31 de agosto y en ese mismo día se dio de alta en el sistema. 

De las transacciones analizadas, el dinero siempre iba a María Sofía Villa, Valentina Clarisa Villa y Lionela María Jesús Villa, quienes tenían cuentas abiertas a su nombre en distintas entidades bancarias y billeteras virtuales. También se precisó que parte del dinero que conseguían con las maniobras era extraído en cajeros automáticos por las personas imputadas.

Las hermanas Villa tenían el centro de estética Renacer en Mitre al 700, cuya titularidad es de Lionela, mientras que María Sofía y Valentina figuran como suplentes, según su estatuto. Manuel Sosa, en tanto, era un empleado del lugar que quedó filmado haciendo extracciones en cajeros automáticos del dinero obtenido en las operaciones ilícitas. 

Por su parte, Lionela Villa además cargaba con un denuncia del Colegio de Médicos porque había usado un título apócrifo de la Universidad de Buenos Aires para el ejercicio de la medicina en la estética. Se cree que por ese motivo las hermanas habrían mudado el local a un inmueble de Alvear al 1000, donde continuaban con la actividad “a escondidas”.

Manuel Sosa y María Belén Villa ya fueron condenados el 9 de mayo pasado en un juicio abreviado por el que recibieron la pena de 3 años de prisión condicional y tuvieron que depositar 10 mil dólares en concepto de reparación de daños