Las redes sociales cuentan con muchos beneficios siempre y cuando sean bien utilizadas. Identificar cuáles son sus peligros y adoptar hábitos saludables permite un disfrute sin comprometer el bienestar emocional y la salud mental. En tal sentido, expertos españoles señalaron: “Cuando entras en una red social empiezas a observar imágenes de gente, cosas que hacen, etc. y lo que inevitablemente acaba sucediendo es que te acabas comparando”.

Y añadieron: "Desde una perspectiva clínica hay un abuso del uso de las redes”. Esto implica que se acaben “activando circuitos de recompensa neuronales en el cerebro”, lo que hace que cada vez “se necesite más y más de ello”.

Por todo ello, la clave está en equilibrar y "aprender a desconectarse" cuando sea necesario. Lograr este equilibrio y aprender a identificarlo es complejo ya que, como lo demostraron diversos estudios en la última década, hay cada vez una mayor exposición y un mayor tiempo frente a las pantallas. 

Trastornos asociados al uso excesivo de las redes sociales

Los expertos indican que algunos trastornos mentales se relacionan estrechamente con el mal uso de las redes sociales, favoreciendo su aparición o empeorando la sintomatología y el pronóstico. Entre los mismos, subrayaron:

-Ansiedad y depresión: La forma en que están diseñadas las redes sociales alude directamente a un sistema de recompensas que actúa directamente sobre la química cerebral, generando problemas de dependencia y ansiedad. La presión social por obtener "me gusta" o "likes" y comentarios positivos refuerza el uso compulsivo a estas plataformas, generando malos hábitos que pueden contribuir a la aparición de síntomas ansioso-depresivos. Asimismo, el uso excesivo de las redes produce “miedo o pavor a perderse algo” porque, según los expertos, “el individuo percibe que se está perdiendo cosas, lo que le hace estar constantemente mirando el móvil”.

-Trastornos del sueño: El uso nocturno de redes sociales está relacionado con alteraciones en los patrones de sueño; además, la exposición a la luz azul de las pantallas reduce la producción de melatonina, lo que dificulta el descanso y puede provocar insomnio.

-Trastornos de autoimagen y dismorfia corporal: La exposición constante a contenidos poco realistas e idealizados genera expectativas inalcanzables sobre la propia apariencia física, favoreciendo la aparición de serios problemas de autoestima y autoimagen, aumentando el riesgo de aparición de la dismorfia corporal; un problema psicológico caracterizado por la preocupación excesiva por los defectos físicos, y que se relaciona a menudo con trastornos de la alimentación (TCA), como la anorexia o la bulimia.

Buenos hábitos a la hora de utilizar las redes sociales

Para reducir los peligros de las redes sociales en la salud mental es fundamental establecer límites y adoptar hábitos saludables:

-Establecer horarios de uso: definir momentos específicos del día para revisar las redes sociales evita la sobreexposición y ayuda a mejorar la concentración.

-Evitar el uso antes de dormir: reducir el tiempo frente a la pantalla al menos una hora antes de acostarse mejora la calidad del sueño.

-Consumir contenido de calidad: seguir cuentas que promuevan información positiva y evitar aquellas que generen ansiedad o comparación negativa.

-Priorizar la interacción offline: fomentar el contacto cara a cara fortalece las relaciones sociales y reduce la dependencia digital.

-Cuidar el contenido que compartimos: debemos proteger la privacidad y prevenir impactos negativos en la autoestima y la reputación. Uno de los mayores peligros de las redes sociales es la exposición que conllevan.

Fuente: EFE.