El año pasado, se retomaron los trabajos hidráulicos en la denominada cascadas del Saladillo, en la conexión de Rosario con Villa Gobernador Gálvez. Se trata de una obra que lleva adelante el gobierno de la provincia de Santa Fe, con una inversión de más de 26.000 millones de pesos, luego de que la Nación abandonara el proyecto que garantizará que la cascada se siga desplazando.
En ese contexto, el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, recorrió y supervisó los trabajos de la primera y segunda etapa.
Las tareas, a cargo de la secretaría de Recursos Hídricos, proponen mantener la cascada en una posición fija y evitar definitivamente su avance sobre el arroyo en cercanías del Puente Molino Blanco, con la construcción de dos pantallas subterráneas unidas entre sí.

Para Enrico, es "un desafío constructivo, pero es la manera de evitar que afecte la circulación de dos vías de comunicación tan importantes como Circunvalación y el Puente Molino Blanco, que une Villa Gobernador Gálvez y Rosario".
"Esta inversión supera los 26.000 millones de pesos y lo hacemos con recursos de los santafesinos, porque los fondos nacionales no llegaron", aseveró.

La primera etapa incluye tareas de protección al pie de la cascada mediante la colocación de bloques de hormigón, el reacondicionamiento de las fundaciones del puente Molino Blanco, y la instalación de una manta de geotextil con bloques de hormigón para proteger los estribos.
Por otra parte, la segunda etapa comprende la construcción de dos pantallas subterráneas que están vinculadas entre sí, ambas estructuras estarán conectadas y trabajarán de forma conjunta para frenar el avance de la erosión provocada por la fuerza del agua.