Respaldados en diferentes estudios, los especialistas insisten en la importancia de contar con revisiones oftalmológicas de rutina como herramienta preventiva. No sólo basándose en la posibilidad de hallar una patología oftalmológica, sino también para otras de otra índole. De esta manera, un hallazgo temprano permitirá acceder a un tratamiento acorde y eficaz pudiendo reducir el riesgo de complicaciones. Asimismo, también contribuye a monitorizar la evolución de una persona ya diagnosticada.

Las enfermedades que pueden revelarse

Son muchas las enfermedades o alteraciones en las que los síntomas visuales son la primera manifestación. Esto se debe a la exposición del sistema visual al exterior, su alta vascularización y su vinculación directa con el cerebro.

En este aspecto, las alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina pueden reflejar, por ejemplo, enfermedades en el sistema cardiovascular o metabólico.

Algunas de las enfermedades que pueden ser identificadas por un oftalmólogo en etapas temprana son:

-La retinopatía diabética.

-La hipertensión arterial (HTA).

-El aumento de la presión intracraneal causada por un tumor cerebral o una hemorragia.

-El papiledema.

-La sarcoidosis.

-La enfermedad de Behçet.

-La esclerosis múltiple .

Lo que dicen el color y forma de los ojos sobre enfermedades

Además, pueden detectarse signos de diversas patologías o problemas de salud con el color, forma y aspecto de los ojos: “Cambios en el color de la parte blanca del ojo, la córnea, el iris, o incluso en la forma del ojo, pueden reflejar afecciones tanto oculares como sistémicas”, refieren expertos.

Por ejemplo, la ictericia, un color amarillento en la parte blanca del ojo, se debe a un exceso de bilirrubina en la sangre. Generalmente está relacionado con problemas en el hígado. Por otro lado, el enrojecimiento de los ojos ocurre cuando los vasos sanguíneos en la superficie del ojo se dilatan. Puede deberse a una variedad de factores como conjuntivitis, glaucoma agudo, fatiga o irritación ocular.

Aquellos ojos muy prominentes o "saltones", podrían tener relación con algún problema de tiroides como la enfermedad de Graves-Basedow, la causa más común de hipertiroidismo. Asimismo, los cambios en el tamaño de las pupilas también pueden ser indicativos de problemas neurológicos o intoxicaciones.

Tumores que se pueden identificar

La pérdida de visión puede ser un indicativo de tumores que, por una parte, afectan directamente a la retina o la órbita o, por otra, se originan en órganos como el cerebro o los pulmones.

“No es extraño que distintos tipos de tumores provoquen metástasis en el ojo, sobre todo en la coroides, la capa intermedia del globo ocular”, señalaron. Es algo que ocurre con frecuencia con el cáncer de pulmón. En efecto, en muchos casos, es un diagnóstico oftalmológico el que revela la existencia de un tumor primario previamente desconocido.

El cáncer de mama es otro de los tumores más comunes que se reflejan en el ojo, además de otros tipos menos frecuentes.  La importancia de una detección temprana de estos tumores recae, no solo en la mejora del pronóstico general del paciente, sino en la prevención de la pérdida de visión irreversible.

Exploración de fondo de ojo

Una de las pruebas más importantes para el diagnóstico de enfermedades sistémicas es la exploración del fondo de ojos, donde se examina la retina y el nervio óptico. Esta prueba permite observar posibles signos que revelan enfermedades que afectan otras partes del cuerpo, como los vasos sanguíneos.

En tal sentido, resulta clave en la detección temprana de afecciones como la hipertensión, la diabetes y trastornos neurológicos. Los expertos recomiendan esta prueba a las personas mayores de 40 años, y en aquellos pacientes con factores de riesgo de las afecciones mencionadas o con antecedentes familiares de enfermedades oculares o sistémicas.

Fuente: EFE.